CULTURA
El humor y la esperanza
Considerado como uno de los escritores británicos más importantes del momento, David Lodge nació en Londres en 1935 y fue educado en los mejores colegios y universidades. Su paso por la vida académica le sirvió para dar forma a novelas como La caída del Museo Británico, Intercambios y El mundo es un pañuelo, esta última, situada en una ciudad ficticia que encubra a Birmingham, su lugar de residencia. La prosa de Lodge se caracteriza por su sencillez y sentido del humor. Sus novelas suelen basarse en experiencias personales y finalizar de manera esperanzada: “Soy melancólico por temperamento –se define el autor en una entrevista– pero mi visión de la vida no es trágica o nihilista. Reconozco, objetivamente, que he tenido una vida afortunada y sería deshonesto dejar a mis personajes sin esperanza, en un estado radicalmente más miserable que el mío. Siempre he estado fascinado por la estructura del romance tradicional, expuesta tanto en las comedias poéticas de Shakespeare como en sus últimas obras, las cuales muestran a los personajes alcanzando la felicidad después de gran sufrimiento, y yo juego con variaciones modernas de esta idea. De hecho, es un reto mucho más difícil de sortear escribir una novela moderna con un final feliz satisfactorio, que hacerlo con un final que no lo sea”.