CULTURA
La mujer del embajador
“No voy a dar ninguna opinión porque soy la mujer del embajador chileno en la Argentina (Luis Maira), y él está representando al gobierno de mi país”, dice Marcela Serrano, respecto de la tensión que se generó con el flamante canciller chileno Ignacio Walker, quien consideró al peronismo un movimiento autoritario, fascistoide y corrupto. “Es lamentable, no puedo decir nada más”, subraya la escritora.
–Ese folklore hostil entre chilenos y argentinos que se visualiza, principalmente, en el fútbol y en la política, ¿la afectó a usted en la literatura?
–Nunca lo sentí. Durante la posdictadura, los escritores de lo que se llamó la nueva narrativa decían que cruzar la cordillera era el primer paso para empezar a ser consagrados. Los pasos eran bien claros: había que conquistar a los lectores argentinos, y luego a los españoles. La primera vez que vine a Argentina estaba aterrada, con ese complejo de los chilenos: que Borges, Cortázar, que la historia de la literatura argentina... La idea es que nadie nos iba a leer. Eso no pasó en la literatura. Nuestra relación es compleja, pero en otros campos.