CULTURA
Walsh en el recuerdo
A los libros de Walsh los publicaba Jorge Alvarez, pero cuando comenzó su debacle, Rodolfo se fue apartando y empezó a publicar con nosotros, en el ’70, las primeras ediciones, y desde ahí se quedó por siempre”, dice Divinsky. “Es el único caso, y esto sí que es memorable, en que un autor propuso que un libro suyo no tuviera un precio mayor de lo que ahora serían diez pesos, para que fuera muy vendido: fue cuando editamos Operación masacre. Es decir: era parte del contrato que el libro fuera barato.” Divinsky cuenta que cenó junto a Walsh y su compañera, Lilia Ferreyra, su último o penúltimo fin de año. “Era muy divertido, tenía un sentido del humor británico, enorme –evoca–. Parco, económico de palabras, muy afectuoso. Eramos amigos, pero no de tratarnos todos los días. Creo que ésa era la forma de preservarnos, porque nosotros no éramos militantes. Incluso en algún momento nos advirtió: ‘Si se llegan a cruzar en la calle conmigo, no me saluden’.”