EL PAíS › PELEA POR EL SUELDO DE LOS JUECES
Aumento congelado
Por Irina Hauser
Los jueces, al final, se quedaron sin la suba salarial del 30 por ciento que esperaban. El plenario del Consejo de la Magistratura, enfrascado en una pelea desquiciada (y filosófica) sobre el tema, no ratificó ni rechazó el aumento que dispuso días atrás la Corte Suprema porque se quedó sin quórum. Pero, además, el máximo tribunal tampoco recibió por ahora la partida presupuestaria que espera del Gobierno para pagar.
Durante el debate hubo consejeros que cruzaron argumentos extremos. El camarista Claudio Kiper se embanderó en que “los jueces tienen familia e hijos grandes que implican más gastos” de los que puede tener un empleado inferior que, a su entender, se arregla con menos plata. El abogado Beinusz Szmukler pidió sensatez: “Hay que tener en cuenta la situación general del país, no hay justificación para dar semejante aumento a los jueces. Dar el 30 por ciento sobre un sueldo de 6000 es una barbaridad”.
Este mes el Consejo concretó un incremento salarial del 10 por ciento a los magistrados y empleados, más el reescalafonamiento del personal de menor rango. La Corte Suprema había intentado sin éxito suspender el beneficio, reavivando una vieja pelea institucional de competencia, que terminó perdiendo. El cuerpo de consejeros pagó con dinero del superávit de la recaudación fiscal. Los supremos se las rebuscaron, la semana pasada, para favorecer a un militante grupo de insatisfechos: los jueces, que reclamaban para ellos una suba fuera del 30 por ciento.
El Consejo tenía ayer su último plenario del año, en el que varios de sus miembros planeaban homologar el aumento que la Corte habilitó para los jueces. La resolución de los supremos ordenaba concederles el porcentaje que pedían (algo con lo que se benefician a sí mismos) y hacer extensivo a su personal el aumento dispuesto por los consejeros para el resto del Poder Judicial. Pero supeditaba el pago a que la Jefatura de Gabinete autorizara una partida presupuestaria específica.
A la reunión de consejeros concurrió el titular de la Asociación de Magistrados, Miguel Angel Caminos, para decir en vivo y en directo que los jueces quieren más plata y se consideran rezagados con respecto a los funcionarios de menor jerarquía que ellos. Argumentó que se estaría violando la intangibilidad de sus sueldos. Según sus cálculos, dijo, hay empleados que con el reescalafonamiento recibieron hasta 80 por ciento de aumento. En el recinto estaba también el titular de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), Julio Piumato, que lo acusó de faltar a la verdad y de hacer un planteo elitista. “Si el aumento es del 30 por ciento, que sea para todos”, dijo. Recordó que históricamente los magistrados siempre recibieron incrementos mayores.
El juez Kiper dijo sentirse “dolido” porque la reacción del gremio le parecía desagradecida, después del aumento que recibieron de parte del Consejo. Estaba sentado en una de las cabeceras de la mesa ovalada donde sesionan los consejeros y detrás de él un grupo de sindicalistas gesticulaba agarrándose la cabeza. La diputada Marcela Rodríguez (ARI) dijo que “la intangibilidad de los sueldos tiene que ver con la independencia, pero no con hacer reajustes inflacionarios”. “La carne aumenta para todos”, disparó. “Ustedes los jueces –le apuntó a Kiper– quieren el 30 por ciento y sin embargo no pagan impuesto a las ganancias.” El académico Humberto Quiroga Lavié pidió que se votara la suba para los jueces sin más vueltas. Szmukler solicitó una postergación, pero sus pares rechazaron la propuesta. Entonces Rodríguez, enfurecida, se arrimó al micrófono y anunció que dejaría la reunión sin quórum. Se levantó y se fue. Szmukler hizo lo mismo. La discusión quedó abortada. Algunos de los que quedaban comenzaron a hacer llamados desesperados por celular con la esperanza de rescatar consejeros ausentes, pero fracasaron.
Por ahora, los magistrados no tendrán aumento. Tampoco lo recibirá la franja de secretarios de primera instancia y de cámara que habían quedado en una situación intermedia, pese a las intenciones de Kiper y algunos seguidores. El Consejo no logró votar nada y la Corte no tiene presupuesto aún habilitado para pagar.