EL PAíS › LA CUPULA DE LA CGT SE REUNIO AYER CON KIRCHNER
Un saludo con cortocircuitos
Hubo un encuentro a solas con Moyano en el que se habló sobre el conflicto de la basura. Versiones sobre el enojo de la CGT por el posible otorgamiento de la personería a la CTA.
Por Laura Vales
La información oficial dijo que pasaron a saludar por el fin de año, pero el clima no parece haber sido de distensión. Susana Rueda, Hugo Moyano y José Luis Lingeri se reunieron con Néstor Kirchner. La visita tuvo un prólogo fuerte y un epílogo no menos fuerte: antes del encuentro, Kirchner habló con Moyano sobre el conflicto con los recolectores de basura; después de que la cúpula de la CGT se retiró del lugar, circularon versiones de que el Gobierno le otorgaría personería gremial a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). El Ministerio de Trabajo lo negó, pero la desmentida no consiguió aplacar los rumores de un cortocircuito en la relación entre la Casa Rosada y el triunvirato.
La audiencia se realizó en el despacho presidencial, donde los cegetistas, molestos por la posibilidad de que la CTA que conduce Víctor De Gennaro obtenga el reconocimiento como central sindical, plantearon su rechazo a la iniciativa.
En la reunión estaban el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el de Trabajo, Carlos Tomada. Este último había participado, con anterioridad, de la discusión a solas con Moyano por la basura (ver recuadro).
Una fuente de gobierno dijo que Kirchner les hizo saber a los sindicalistas su “desagrado” por la forma en que dejaron trascender la disputa con la CTA. “Si la relación la van a llevar por los medios, esto no va a andar”, habría señalado el Presidente.
Sin embargo, Susana Rueda lo desmintió. “No hablamos una palabra sobre el tema”, aseguró a Página/12. Preocupada por no dar espacio a una fisura en su buena relación con el Ejecutivo, la dirigente de la CGT ratificó de todas formas la oposición de su sector a la existencia de más de una central. “La ley establece que exista una sola central gremial en el país, es muy clara al respecto. Para modificarlo habría que cambiar la ley”, señaló. Rueda también hizo una consideración cara a la tradición del peronismo: “No creo que el presidente Kirchner pueda querer la fragmentación del movimiento sindical”.
La personería gremial implica una serie de garantías para quienes la poseen, como la inmunidad para los delegados sindicales y el derecho a participar, cuando hay conflictos, de las negociaciones convocadas por el Ministerio de Trabajo. Existe también un costado económico, ya que sólo los sindicatos con personería pueden exigir a los empresarios el aporte por cuota sindical. En la Argentina sólo obtiene personería el gremio con mayor cantidad de representados. Si los trabajadores así lo quieren, pueden crear un segundo gremio, pero sus afiliados no gozan de las mismas atribuciones que el que consiguió la mayoría.
La CTA ha pedido este reconocimiento desde su creación y llevado el caso ante la Organización Internacional del Trabajo. Anoche, en respuesta a las versiones, fuentes de la cartera laboral dijeron que se trata de “rumores infundados”. “Sólo hay un expediente en trámite, como otros tantos pedidos de personería en curso.”
La visita de la CGT a la Rosada tuvo costados menos ásperos. La delegación le propuso a Kirchner crear equipos de inspectores de Trabajo y delegados sindicales que recorran las empresas para detectar el trabajo en negro. En la CGT dicen que quieren tomar el problema de la informalidad como eje de sus preocupaciones. Del encuentro con Kirchner se llevaron el compromiso de trabajar conjuntamente en el tema.