Un día después de haber jugado al fútbol con Diego Maradona en La Paz, el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que demandará ante organismos internacionales que no identificó a los directivos de la FIFA por prohibir partidos entre selecciones en los 3600 metros de esa ciudad. “No podemos en el tercer milenio estar excluidos; la prohibición de la FIFA es una humillación”, sostuvo. La FIFA fijó un período de aclimatación de dos semanas para partidos oficiales que se disputen en ciudades a más de 3000 metros de altura.

Ya que la dirigencia del fútbol no le resultó productiva –le había pedido a Julio Grondona que defendiera la causa de Bolivia en la FIFA, sin tener éxito–, Morales fue más allá, al establecer un diálogo con el presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, para solicitarle que el seleccionado guaraní, uno de los próximos rivales de Bolivia en las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2010, juegue en La Paz.

“El presidente Duarte me dijo que hablará con dirigentes del fútbol del Paraguay”, dijo Morales. Bolivia aspira a que Paraguay imite a Chile, cuya asociación nacional decidió jugar en La Paz la quinta fecha de las Eliminatorias, cuatro días después del partido previsto entre bolivianos y paraguayos. El presidente citó a una reunión a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), cuyo titular, Carlos Chávez, estuvo ausente el lunes en el partido de repudio contra la medida de la FIFA en el estadio Hernando Siles, en el que participó Maradona.