La doctora María Fontbona de Pombo, del Juzgado de Instrucción Nº 45, allanó las instalaciones de Vélez para hacerse de una prueba clave: los videos de seguridad que, en detalle, permitirán conocer más datos sobre el grado de participación que tuvieron los barrabravas de River en la feroz pelea del domingo. Una fuente judicial dijo a Página/12 que la medida obedeció a la demora de la Policía Federal para entregar las imágenes. Estaba previsto enviárselas a la jueza pasado mañana y Fontbona de Pombo se adelantó con el allanamiento. Esta dilación, un inocuo comunicado de la AFA sobre los hechos y las declaraciones de José María Aguilar, el presidente de River (que afirmó que no conocía a ninguno de los barras involucrados), compusieron ayer la saga de habituales amagues que está acostumbrado a dar el fútbol cuando lo desborda la violencia.

Hasta el momento en que Fontbona de Pombo decidió incautar las imágenes en el estadio de Vélez, sólo se conocían las filmaciones captadas por los canales de televisión que cubrieron el partido entre River y Arsenal. La Federal, que suele tener el control sobre las cámaras de seguridad, le había asegurado a la jueza que luego de procesarlas se las enviaría a su despacho recién el viernes. A esta comunicación, desde el Juzgado Nº 45 se respondió con el allanamiento en el que se consiguieron las pruebas que serían vitales para esclarecer cómo sucedieron los hechos. Hasta anoche permanecían detenidas siete personas involucradas en los incidentes y se mantenían internadas otras dos, una de ellas en grave estado: Juan José Paz, un chapista de Merlo de 38 años.

La AFA recién se pronunció ayer sobre lo ocurrido el domingo con un comunicado en el que remarca que “los hechos de violencia no pueden ser adjudicados al fútbol ni por ello exigirle a la autoridad deportiva que ejerza actividades que no le resultan propias”. En el texto, la asociación también sostiene que “dentro de las posibilidades con que cuentan los organizadores de torneos y partidos, y respecto del tema puntual de la violencia en los estadios y aledaños, se han adoptado las medidas dentro del marco de sus atribuciones”. Y luego enumera el sistema electrónico de ingreso de público mediante tarjetas magnéticas, el circuito cerrado de audio y video, la restricción de la venta de entradas hasta el 50 por ciento de la capacidad de cada tribuna al público visitante en los torneos de Primera y del 100 por ciento en los partidos de ascenso.

A su turno, como si fuera un personaje del videoclip Ojo con los Orozco, de León Gieco, Aguilar dijo sobre los barrabravas que se molieron a golpes: “Yo no los conozco”. Y reiteró en Radio Mitre que “de esas 25 caras yo no conozco a ninguna. En un momento dije que conocía a los barras de River; de la tribuna, del club, de los quinchos”. “Son ocho los monos”, escribió León en su canción. Y a los de River será difícil identificarlos sin las imágenes que ahora están en el Juzgado de Instrucción Nº 45.