A la llegada de la Selección de Básquetbol a la Villa Olímpica, en Beijing, Emanuel Ginóbili reconoció que el equipo tiene muchos detalles por corregir. “Hoy no sabemos bien en qué nivel estamos. Todavía no entramos entre los tres mejores, me parece. Pero eso se verá con el transcurrir del campeonato. Podemos llegar lejos. Hay que esperar que arrojen la bola al aire para saber dónde estamos”, señaló el bahiense.

“Hay detalles por corregir –subrayó el astro de los San Antonio Spurs–. Por ejemplo, no frustrarnos cuando las cosas no salen bien. Diría que me preocupa más la defensa que el ataque. Uno sabe que, cuando llegue el momento, algo más vamos a mejorar, pero esto no es cuestión de hacer clic y ya está: volvimos a ser los de antes”, puntualizó.

“No sé si estamos a la altura de Lituania, España y Rusia, que son selecciones muy competitivas. Pero lo bueno es que acortamos diferencias y, después del Diamond Ball, estamos mejor.” Ginóbili ni siquiera metió entre el grupo de rivales al equipo de Estados Unidos, al que ve difícil de desbancar. “Está un paso por delante del resto de las selecciones.” Los norteamericanos vencieron el domingo 89-68 a Rusia.

“Para nosotros es clave ganar el primer partido, emocionalmente es un empujón enorme –analizó–. Te da una gran tranquilidad. No es determinante, pero si perdés uno de los dos siguientes sabés que no es grave”, relativizó el basquetbolista.

“Ya está, yo lo traje caminando hasta acá”, bromeó el médico del plantel, Diego Grippo, una vez que el alero de los San Antonio Spurs traspasó la puerta de ingreso a la residencia nacional. Afuera, un grupo de voluntarios que colabora con la delegación argentina seguía cada uno de sus movimientos con admiración. Ginóbili se mostró sorprendido por el fanatismo que tienen los chinos y dijo sentirse “muy contento” por estar en la Villa Olímpica, luego de tanta incertidumbre que provocó su lesión en el tobillo izquierdo, una etapa por suerte ya superada. “Los chinos son muy fanáticos, se ponen como nerviosos cuando me ven y hasta saben la fecha de mi cumpleaños”, comentó con una sonrisa el bahiense, que cumplió 31 años el lunes pasado.

“Ahora me duele un poco el tobillo derecho de tanto apoyar todo sobre ese lado –reveló—. También tuve una contractura en el isquiotibial izquierdo, aunque no es nada importante. Me complica jugar dos días seguidos, pero por suerte en los Juegos será día por medio”, indicó.

Por otra parte, el entrenador Sergio Hernández confirmó que el jueves se llevará a cabo el último amistoso ante Angola –a puertas cerradas– antes del debut contra Lituania, que se producirá apenas dos días más tarde.