Después de una década, Racing levantó la quiebra que pesaba sobre el club luego de que el juez Enrique Gorostegui firmara la resolución que permite que el domingo haya elecciones en el club. El club de Avellaneda presentó avales y pagó la última cuota del proceso iniciado por Daniel Lalín, ex presidente del club y actual candidato para volver a manejar la entidad, en 1998. La empresa que gerenciaba el club, Blanquiceleste SA, quebró este año, la gobernación de Buenos Aires designó un interventor, Héctor García Cuerva, que terminó de pagar los más de 10 millones de pesos que correspondían al cierre definitivo de los acreedores.

Para levantar la quiebra, Racing Club Asociación Civil tuvo que abonar 6.800.000 pesos y dejar separados otros cinco millones de pesos, correspondientes a gastos judiciales. De esta manera, el domingo podrá realizarse el proceso eleccionario para que el club tenga un presidente elegido por los socios por primera vez en una década. Hay cinco postulantes para el cargo: Lalín, Hugo Recchia, Miguel D’Aquila, Rodolfo Molina y Salvador Azerrad.

La quiebra de Racing se decretó el 13 de julio de 1998, tres días después de que Lalín presentara en el Juzgado Civil y Comercial Número 16 de La Plata, a través de la doctora Beatriz Favre, el pedido por no poder hacer frente al pago de uno de las cuotas del concurso preventivo. Una vez que se decretó la quiebra el club pasó a ser manejado por la justicia, que designó como síndico a la doctora Liliana Ripoll.

El mismo día que se presentó el pedido de quiebra, Lalín contrató a Diego Latorre, asegurando que la “quiebra con continuidad” provocaría que Racing no corra ningún riesgo de desaparecer.

Sin embargo, el 4 de marzo de 1999, debido a que el deficit de Racing seguía aumentando pese al concurso, la Cámara de Apelaciones de La Plata ordenó la inmediata liquidación de todos los bienes del club. Fue el momento en que la síndico Ripoll pronunció una frase, el 4 de marzo de 1999, que con el tiempo se haría famosa: “Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir”. Los hinchas salieron a la calle a protestar: aquella noche, tratando de calmarlos, Lalín recibió el impacto en el rostro de un redoblante.

Racing no pudo comenzar a jugar el torneo Clausura 99, pero la Cámara de Apelaciones de La Plata sacó una “aclaración” de su sentencia, en la que permitía que el club siguiera abierto pero ordenando la liquidación de sus bienes. Se designaron martilleros para rematar la sede de Villa del Parque, pero los hinchas tomaron el predio y echaron a pedradas del lugar a los martilleros.

A fines del año 2000 se gerenció el fútbol de la entidad de Avellaneda a manos de la empresa Blanquiceleste, que tenía diez años para levantar la quiebra. Pero la empresa que condujeron sucesivamente Fernando Marín y Fernando De Tomaso también quebró.

Hasta el domingo el club estará manejado por el órgano fiduciario y por el interventor García Cuerva, y está previsto que las autoridades elegidas se hagan cargo de Racing el mismo lunes. El nuevo presidente del club de Avellaneda se encontrará con 1,9 millón de dólares en la caja para poder gastar, pero el déficit operativo de la institución es superior a los dos millones de pesos.