El Dakar 2009 vivió un día de descanso tan inesperado como imprescindible. En la loca carrera contra las adversidades para tratar de que la delgada columna de participantes no se debilite aún más, los organizadores cumplieron con la propuesta de desestimar el tercer y último día de competencia por el terrible desierto de Atacama y atravesaron la cordillera de los Andes a marcha reducida, tal como estaba previsto. De esa manera, mantuvieron en competencia a las 271 máquinas (119 motos, 88 autos, 50 camiones y 14 cuatriciclos) que habían finalizado como pudieron la tremenda décima etapa, en la que volcó el piloto argentino Orlando Terranova y sufrió un grave accidente el español Cristóbal Guerrero, cuya vida ya no corre peligro (ver aparte). De todas formas, el permanente recorte de la exigencia, llevado a cabo para mantener la prueba dentro de unos márgenes manejables de seguridad y rendimiento, conspira contra la reedición en este territorio en el 2010.

La etapa de ayer, que incluía otro especial de 215 kilómetros a través de las dunas de Atacama, fue suspendida el martes a la tarde, más de 12 horas antes de su lanzamiento, citando el pronóstico del tiempo que preveía “fuertes nieblas en la ruta de la prueba”. Sin embargo, a la hora prevista originalmente para largada del especial, el sol dominaba el horizonte: podría haberse corrido perfectamente. Pero la organización temió que, dadas las complicaciones a las que se sometían los competidores en Atacama, éstos tuvieran que afrontar el posterior cruce de la cordillera rumbo a Fiambalá, en Catamarca, en plena noche.

Previsto para una batalla inicial de 5591 kilómetros de tramos cronometrados, el rally sufrió por distintas razones la reducción de 850 kilómetros de especiales en 11 etapas. “No nos aferramos al trayecto inicial. El error habría sido no cambiarlo”, se defendió el presidente de la organización, Etienne Lavigne.

La suspensión de la etapa de ayer se agrega a cuatro especiales recortadas en los últimos cinco días. Las etapas sexta, séptima, novena y décima perdieron 635 kilómetros de tramos cronometrados. Ante esto, los líderes Marc Coma, en motos, y Carlos Sainz, en autos, son los más beneficiados por estos cortes, ya que las oportunidades de perder la corona de la 30ª edición del Rally Dakar son cada vez más escasas.

Ahora quedan tres especiales para finalizar la prueba, unos 1025 kilómetros de velocidad libre. La etapa de hoy, la 12ª, tendrá 253 kilómetros de especial entre Fiambalá y El Puesto, por distintos terrenos, incluidas las tan temidas dunas blancas (ver diagrama).

Robert Lagulhon, jefe de comisarios deportivos de la FIA en el Dakar, aseguró que la prueba sufrió a causa de las condiciones meteorológicas. “Preferimos más bien parar la caravana que perder a algún competidor. Se trata de un problema superior de seguridad”, aseveró. “Es molesto deportivamente, pero prefiero que los pilotos se encuentren bien. Para los organizadores el terreno también es nuevo.”

En el Dakar quedan cinco competidores argentinos: el bonaerense Marcos Patronelli marcha segundo en la clasificación de los cuatriciclos, a dos horas y media del líder, el checo Josef Machacek, mientras que en la división de las motos se mantienen Andrés Junco (75º), Andrés Memi (76º), Rubén Miti (90º) y Eduardo Alan (91º). Entre los camiones, Eduardo Blanco y Eduardo Arrigo, que comparten un Mercedes con el andorrano Bufi Viera, marchan en el puesto 47º. El cordobés Rubén García, que navega al chileno ex piloto de Fórmula 1 Eliseo Salazar, está ubicado en la 86ª posición entre los autos.