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Si el Dakar es una prueba donde se sensibiliza al extremo la delgada línea que separa la vida de la muerte, la competencia que está realizando el motociclista argentino Andrés Aurelio Junco, el mejor de los argentinos en la división, simboliza como pocos episodios esa verdadera dimensión de la aventura humana.

Al cabo de la dura etapa en el desierto de Atacama, Junco retrocedió del 52º al 65º puesto en la general. Pero ese retraso no lo preocupa. Porque su objetivo es llegar y su rival no son las motos contras las que compite en la categoría, sino uno más letal.

El marplatense de 41 años alentaba el sueño de correr en el Dakar desde hacía por lo menos un par de décadas. En el 2000 estuvo cerca de cumplir su meta, cuando la competencia todavía arrancaba en Europa y terminaba en Senegal, pero la recesión en la que había entrado la Argentina y que haría eclosión en 2001, lo privó de poder reunir el presupuesto necesario.

La llegada a Sudamérica del Dakar lo reunió con su deseo. Pero la tragedia está latente: en octubre de 2008, poco más de dos meses antes de largar el Rally, a Junco le diagnosticaron leucemia.

“Andrés no corre con la cabeza totalmente puesta en la carrera –contó uno de sus asistentes, Alvaro Hidalgo, al diario digital mendocino MDZ–. Si bien el tipo de leucemia que le diagnosticaron no es la más grave, es incurable, aunque tratable.”

Según Hidalgo, “Junco se tiene que hacer un análisis cada 96 horas donde le van controlando los glóbulos. Si está dentro de los parámetros previstos, puede seguir en carrera; pero si algo cambia automáticamente, por orden del médico tiene que dejar la competencia”.

Por ahora, el marplatense va ganando sus dos pruebas íntimas, una de ellas es el Dakar. Respecto de la competencia, Hidalgo agregó que “Viene muy bien –reconoció su asistente–. Tiene un presupuesto bajo para afrontar la competencia pero por suerte ha tenido problemas chicos con la moto: se afloja el motor o la butaca pero se van solucionando en el transcurso de la carrera. La mayor suerte que tiene es que largó con una moto cero kilómetro”.