Independiente encontró un golazo de Daniel Montenegro para llevarse una victoria que lo deja con chances de quedarse con el Pentagonal. San Lorenzo mejoró un poco su imagen, pero sumó su tercer partido sin goles. Los dos necesitaban mejorar la cara de sus últimos partidos, en los que habían sido superados por Boca. Y de arranque quedó claro que salieron con otra actitud, más pendientes de crear juego que de destruirlo. Por eso, la mitad de la cancha se transformó en una zona de tránsito, con poca oposición para los volantes ofensivos de los dos equipos. Y esa circunstancia motivó que los dos equipos generaran chances de peligro frente a los arcos. De esa manera, Assmann debió revolcarse para contener una entrada de Chávez, mientras que Orion necesitó esforzarse para desviar un tiro de Montenegro.

Dentro del mismo panorama de dinámica y poca marca, Independiente empezó a prevalecer en el desarrollo. Para ello ocurrieron dos situaciones. La primera, sus volantes entraron más en juego que sus colegas rivales, ya que Solari y Barrientos casi no tocaban la pelota. Y la otra, Montenegro se ubicó estratégicamente atrás de Alvarado y Ledesma y delante de los centrales, sin que ninguno de ellos lo tomara con solvencia. Desde allí, el ex jugador de River encabezó todos los ataques de su equipo, e incluso estuvo a punto de abrir el marcador con un derechazo que se estrelló en el travesaño. Incómodo con el trámite, San Lorenzo optó por retrasarse, por lo que ya no inquietó tanto a Assmann.

Recién en la segunda mitad el equipo de Russo volvió a meterse en juego, pero en su mejor momento, el que golpeó fue Independiente. Tras una gran jugada colectiva, Montenegro recibió de Sosa, se acomodó para la derecha y clavó el remate junto al palo de Orion. Para el conjunto de Russo, el gol fue impacto muy duro, del que no se pudo recuperar. Así terminó de consumar el tercer partido del verano sin goles. Para Independiente significó recuperar la sonrisa y quedar a la espera de los otros resultados para saber si puede quedarse con el Pentagonal.