El manager general de Boca, Carlos Bianchi, les pegó con dureza al arquero Mauricio Caranta y a su representante, Luis Grillo, por no cumplir con la palabra que le habían dado. “Cuando lo conocí, Caranta me pidió ropa y que el gimnasio estuviera abierto para entrenarse, pero al otro día no vino. El lunes me pidió una cosa y el martes hizo otra”, señaló Bianchi, que se mostró molesto con la situación. “Se llegó a una situación que no es buena para nadie. Seguro que para Boca no, y tampoco para el jugador. Y yo cuando era jugador siempre pensé en jugar al fútbol”, comentó el manager, que aseguró que el arquero debería entrenarse con la reserva. “Caranta tenía que presentarse pero no lo hizo. Su representante dice que no recibió ninguna comunicación, y el club le envió el telegrama donde se le decía que debía entrenarse con la reserva, con 20 compañeros profesionales”, sostuvo Bianchi, que también le pegó al vicepresidente tercero del club, Juan Carlos Crespi. “Este conflicto tiene tres meses y yo hace diez días que llegué. Hay gente que habla ahora, pero no hizo nada para solucionar el tema”, remarcó Bianchi, que además aseguró que Caranta es el único jugador del plantel que está al día con el sueldo.