Parecía que, finalmente, la novela del verano había llegado a su fin y que Cristian Fabbiani iba a jugar en Vélez por un año. Pero hasta que no se ponga la firma en el contrato no hay que dar por terminado un pase, y menos si se trata de una situación tan especial como la que vive el grandote delantero. Porque ayer por la mañana, cuando estaba a punto de realizarse la revisación médica, Fabbiani echó todo para atrás. Se negó a seguir adelante con la transferencia, porque su “deseo” es jugar en River. Y por eso ahora habrá que esperar para conocer qué desenlace tendrá esta historia, que parece no tener un capítulo final. Aunque ahora reflotaron las chances del club de Núñez.

Lo sucedido es que el “corazón” le pudo más. Fabbiani llegó temprano al Hospital Italiano, donde se iba a realizar los chequeos correspondientes y luego firmar su contrato, pero en un arranque de sinceridad prefirió no poner la firma para Vélez. “En la sala del hospital hablé con mi representante y le di a entender que siento más la camiseta de River y quiero jugar ahí”, contó Fabbiani, quien explicó que no puede hacer algo que no siente. “Mi cabeza y mi corazón me mandaban otra cosa, por eso no me imaginaba con la camiseta de Vélez”, dijo el delantero, que volvió a hacer explícito su fanatismo por River, equipo del cual es hincha.

¿La explicación? Luego de dar el ok y de arreglar todo el lunes para abrochar el contrato con Vélez, Fabbiani pensó, y mucho, su situación durante la madrugada del martes, y fue ahí cuando clarificó su futuro.

“No podía dormir”, comentó y, tras una extensa charla con su círculo más íntimo, tomó la determinación.

Pero mientras el Ogro daba a conocer la noticia, la bomba cayó más que pesada en el club de Liniers. A tal punto que desde el presidente, Fernando Raffani, hasta el manager, Cristian Bassedas, quien se mostró más moderado, explotaron de bronca. “La actitud del futbolista fue poco profesional e irrespetuosa. Una falta de ética total”, respondieron con los tapones de punta desde Vélez mediante un comunicado oficial.

“Tendría que haber dicho de entrada que no y que prefería quedarse en otro lado o que quería jugar en River”, sostuvo el máximo mandatario de Vélez, quien ya había anunciado con bombos y platillos que el nuevo refuerzo iba a ser presentado ayer, a las 14, en la sede del club. Pero se tuvieron que quedar con las ganas. Con mucha bronca y resignación.

No obstante, Fabbiani evitó cruzar a la dirigencia al conocer los dichos y el comunicado y aseguró que “es una opinión respetable”. Pero remarcó: “No lo hice de mala leche. Me ganó mi corazón, mi sentimiento y mis ganas. Tampoco lo hice por la plata, porque el contrato con Vélez iba a ser uno de los mejores de mi carrera”, con el que casi iba a cobrar un 20 por ciento de los 600 mil dólares que iba a pagar el club, por un préstamo de seis meses, extendible por otros seis más.

Y ahí reflotó la chance de River. Porque Rodolfo Cuiña, integrante del Consejo de Fútbol del club, y otros dirigentes viajaron ayer a la tarde a Rosario para intentar llegar a un acuerdo con los dirigentes de Newell’s, con quienes por el momento no tienen nada acordado. Ya que, como es de conocimiento público, en Newell’s quieren a Santiago Salcedo y el jugador no quiere “sufrir un manoseo”, como lo dijo hace algunos días.

Sin embargo, desde Núñez seguirían apostando con todo y tratarían de convencer al delantero paraguayo, y además ofrecerían una cifra mayor de dólares con respecto a la primera oferta que habían hecho. Por eso sólo falta ese acuerdo para que se defina el futuro de Fa-bbiani. Porque el atacante reconoció ayer que entre River y el Cluj de Rumania, dueño del pase del jugador, está “todo acordado”.

Lo cierto es que si el pase no se concreta, Fabbiani quedará los próximos seis meses inactivo. No obstante, el delantero dijo estar dispuesto “a correr el riesgo de quedar seis meses parado. Porque es mi deseo y voy a luchar por él”. Por lo visto, en esta gran novela, que ya acumula una parva de capítulos, todo es posible. Así que no se puede imaginar un final. Sin embargo, Fabbiani desea que todo culmine a su manera... en River.