Los treinta años de Julio Grondona en el poder no pasaron inadvertidos ni para sus críticos ni para quienes lo respaldan. Inducida por la larga presidencia del dirigente al frente de la AFA (el pasado lunes se cumplió aquel aniversario), la diputada nacional Delia Bisutti presentó un proyecto de ley para limitar las reelecciones indefinidas en las federaciones deportivas. La iniciativa legislativa se ubica en los antípodas de las felicitaciones que recibió el hombre que gobierna al fútbol argentino desde la última dictadura militar. Joseph Blatter y Nicolás Leoz, los presidentes de la FIFA y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF), respectivamente, se deshicieron en elogios hacia él. No era para menos. Comparten los mismos intereses y una idéntica visión del mundo futbolístico: ese que para ellos está por encima del mundo en general, con sus propias regulaciones e inmunidades, y refractario a cualquier injerencia.

“Desde el Estado debemos establecer reglas de juego claras, transparentes y profundamente democráticas a las federaciones deportivas”, le dijo a Página/12 la diputada de Solidaridad e Igualdad y vocal de la Comisión de Deportes de la Cámara baja. Para Bisutti, en asociaciones como la AFA “se deben establecer normas de elección de autoridades que fomenten el recambio dirigencial y la no concentración de poder, como también fijar condiciones estrictas para la cesión de derechos y comercialización de su marca”. Este último punto amplía los alcances del proyecto que se discutirá en el Congreso como Ley de Federaciones Deportivas y que designa a la Secretaría de Deporte como autoridad de aplicación de la norma.

La propuesta legislativa fija en su artículo 8º la duración de los períodos de gobierno para quienes aspiren a conducir federaciones deportivas. El inciso A sostiene: “Los mandatos no podrán ser superiores a cuatro años de duración”. Y el siguiente especifica: “Una reelección consecutiva para cualquiera de los siguientes cargos: presidente, vicepresidente, secretario general y tesorero”.

Es en el inciso C donde Bisutti introduce la sensible cuestión de los derechos, principal fuente de recursos de las federaciones y sus clubes afiliados: “La obligatoriedad de que toda cesión de derechos deberá realizarse por concurso de precio y condiciones en convocatoria pública y abierta, garantizando la posibilidad de presentación de la mayor cantidad de interesados”. Ergo, la limitación temporal planteada por la diputada no se ciñe sólo a los períodos de gobierno para los dirigentes; también avanza sobre nuevos contratos a firmarse en el futuro, como el que la AFA mantiene con los dueños del fútbol televisado, las empresas Televisión Satelital Codificada (TSC), Trisa (Tele Red Imagen) y Torneos y Competencias (TyC) hasta 2014.

Proyectos como el de Bisutti o la marcha de hinchas autoconvocados que repudió sus treinta años en la AFA el martes a la noche bajo el lema “Por nuestra identidad, por nuestros derechos y por nuestra dignidad”, contrastan con las muestras de apoyo que recibió el viejo patriarca futbolero. Desde Suiza, Blatter dijo: “Reitero mis más sinceras felicitaciones a Julio Grondona con motivo de este importante aniversario, y le agradezco de todo corazón su preciada contribución. Espero que continuemos juntos afrontando retos futuros y compartiendo dichas en el fútbol”.

Las palabras del presidente de la FIFA (una entidad que no distingue dictaduras de gobiernos constitucionales mientras no se entrometan en sus asuntos) eran previsibles. Grondona lo secunda en la vicepresidencia 1ª y controla la estratégica Comisión de Finanzas. También podrían haberse anticipado las declaraciones de respaldo del paraguayo Leoz: “En estos treinta años se ha consolidado una filosofía de trabajo que va mucho más allá de la frontera argentina, para constituirse en un buen ejemplo... La AFA administrada por Julio Grondona marcó una diferencia, ignorarlo sería mezquino, pero para quienes transitamos esta senda desde hace algún tiempo conocemos cuán difícil resulta llegar a un objetivo determinado”. Es cierto. No cualquiera llega a treinta años ejerciendo el máximo cargo de una asociación deportiva. Leoz lo sabe porque va camino a eso. Este año cumple su 23º aniversario en la presidencia de la Confederación Sudamericana.