DEPORTES › RíO DE JANEIRO, CHICAGO, TOKIO Y MADRID ENTRARON EN LA RECTA FINAL

Cuando elegir no es un juego

Presiones políticas, interminables lobbies, todo lo que hay que tener en cuenta en la definición de mañana en Copenhague, donde 97 miembros del COI elegirán a la ciudad que organizará los Juegos Olímpicos del 2016.

 Por Gustavo Veiga

La elección de una sede para los Juegos Olímpicos cada vez se parece más a los conflictos entre las ciudades-Estado de la antigua Grecia o la Italia del Renacimiento. Michelle Obama, la esposa del presidente de Estados Unidos, si bien en tono risueño, acaba de decir que “la guerra está declarada” contra Río de Janeiro, Madrid y Tokio, que competirán mañana contra Chicago (su Chicago) cuando el COI elija cuál de ellas será la anfitriona en 2016. Los Juegos que se realizarán dentro de siete años son el tema principal de esta semana deportiva cuando Beijing todavía impacta en nuestras retinas y faltan tres más para Londres 2012.

Involucrados como están Barack Obama, Lula, el rey Juan Carlos y el primer ministro japonés, Yukio Hatayama, en quedarse con la organización –y el potencial negocio millonario que conlleva– resulta interesante saber qué se juega cada uno y quiénes decidirán la sede en Copenhague dentro de 24 horas.

Son 106 los miembros del Comité Olímpico que tienen la elección en sus manos, una elección con implicancias políticas y económicas. El presidente de EE.UU. viajará hoy a Dinamarca para estar presente en la votación, Lula hará lo mismo y el rey de España y el jefe de gobierno japonés otro tanto. Aun cuando hubo Juegos deficitarios (Montreal ’76 o Atenas 2004) y otros con superávit (Los Angeles ’84), hay demasiado dinero a la vista. En 2008, la cita en China arrojó ganancias televisivas por 2500 millones de dólares.

Si se toma en cuenta que de los 106 integrantes con poder de voto, siete deberán abstenerse de hacerlo porque sus ciudades son candidatas (dos de EE.UU., dos de Brasil, dos de Japón y uno de España), que el presidente del COI suele no votar (es el belga Jacques Rogge) y que hay un miembro sancionado, la nómina se reduce a 97. A ese casi centenar de dirigentes, entre quienes hay varios personajes conocidos, apuntan a convencer Obama, Lula y compañía. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, su antecesor Joao Havelange, el ex garrochista ucraniano Serguei Bubka, el ex nadador ruso Alexander Popov, un grupo de representantes de la nobleza como el príncipe Alberto de Mónaco o el gran duque de Luxemburgo y hasta el hijo del ex presidente del COI Juan Antonio Samaranch Jr, integran la lista de electores del COI.

Sensibles al poder de lobby de las naciones más poderosas, han dejado patitiesos a los candidatos que más merecían la postulación en un par de oportunidades. Pasó cuando Atenas aspiraba a organizar los primeros Juegos del milenio en el 2000 y el Comité le dio la espalda para votar a Sydney y en 1996, cuando favoreció a Atlanta por el inocultable peso que se les atribuyó en la decisión a la Coca-Cola y a la CNN, que se encuentran en la misma ciudad. Para colmo, fueron los peores organizados de la historia moderna y hasta hubo un atentado que costó dos víctimas fatales y 111 heridos.

Chicago es la ciudad donde Obama construyó su carrera política y su presencia en la votación del COI intentará lograr lo que el ex premier británico Tony Blair consiguió para Londres. En 2005 viajó a Singapur –donde se elegía la sede del 2012– y persuadió a muchos de los miembros del Comité que se inclinaron por su ciudad en detrimento de París, la gran candidata. La contra de Chicago es que Estados Unidos ya realizó cuatro Juegos (San Luis 1904, dos veces Los Angeles, en el ’32 y ’84, y Atlanta ’96) y que su población no respalda la organización. Prefiere que el dinero se invierta en otras cosas.

Brasil apuesta a un doblete con el Mundial de Fútbol del 2014 y los Juegos de Río de Janeiro dos años después. Ya tiene un adelantado en Copenhague desde hace unos días: Pelé. El ex futbolista inició el desembarco que completarán Lula y hasta el escritor Paulo Coelho. A su favor puede incidir que nunca se realizaron los Juegos en Sudamérica y en una sola oportunidad en América latina (México ’68). En su contra, los detractores de la cidade maravilhosa mencionan la inseguridad y que el Mundial de la FIFA secará las inversiones del 2016, argumentos más que discutibles.

Madrid está bien conceptuada. Tiene infraestructura turística y de transportes adecuada y un 70 por ciento de las instalaciones ya construidas. A diferencia de Chicago, su población respalda mayoritariamente la iniciativa de ser anfitriona. Pero es difícil concebir que el COI le dé sucesivamente a Europa dos Juegos Olímpicos. Además, su presentación como sede fue cuestionada por el comité de evaluación cuando la visitó. Por último, Tokio les pasó el trapo a sus competidoras en lo que se refiere a instalaciones (la mayoría está en un radio muy próximo), pero ya tuvo sus Juegos en 1964 y su lobby no parece tan ostensible como el de las otras finalistas.

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Lula y Pelé, los líderes de la candidatura de Río de Janeiro 2016, en Copenhague.
Imagen: AFP
 
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