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La selección de Nigeria, rival de la Argentina en el debut de la próxima Copa del Mundo, no está satisfecha con su hotel por razones de seguridad y busca nuevo alojamiento, pese a la orden emitida la semana pasada por la FIFA, según la cual ninguna selección puede ya cambiar las reservas para el Mundial.

“Estoy preocupado por el ruido. No me fío de la seguridad de este lugar”, dijo el ministro nigeriano de Deportes, Ibrahim Bio, que desde ayer está en la provincia de KwaZulu-Natal, donde se concentrará Nigeria, en compañía del seleccionador nacional, el sueco Lars Lagerback, que entrenaba a Suecia cuando el conjunto escandinavo eliminó a la Argentina en la primera fase del Mundial 2002.

La visita de Bio y Lagerback sucede a las críticas vertidas por la prensa nigeriana al Hotel Hampshire, en la localidad de Ballito, las cuales ponían en duda la capacidad de este establecimiento de tres estrellas para garantizar la seguridad de la selección. La Argentina, en cambio, se concentra en las instalaciones de la Universidad de Pretoria.

Bio y el seleccionador sueco esperan reunirse con la FIFA hoy, pese a que la elección del hotel correspondió enteramente a los responsables de la Federación de Nigeria. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho en el fútbol de ese país desde la celebración de la última edición de la Copa de Africa, en enero, donde el pobre papel de Nigeria llevó al despido del técnico Shuaibu Amodu y la contratación a fines de febrero a Lagerback.

Nigeria debuta en el Mundial contra la Argentina de Diego Maradona el próximo sábado 12 de junio en el Ellis Park de Johannesburgo.