La segunda derrota de San Antonio ante Phoenix, esta vez 110-102, dejó a los Spurs en una situación complicada en la semifinal de la Conferencia Oeste de la NBA. Si bien ahora la serie se trasladará al AT&T Center, revertir el 0-2 no será nada sencillo para el equipo de Gregg Popovich, sobre todo porque sólo catorce veces un equipo que arrancó con esa desventaja pudo revertir el marcador y lograr el triunfo final. El tercer encuentro se disputará hoy desde las 22.30.

Sin confianza para el aro, Ginóbili se dedicó más a pasar la pelota que a tirar. Así, pese a estar casi 40 minutos en la cancha, el bahiense anotó 11 puntos, con 0-3 dobles, 2-5 triples y 5-6 libres, y entregó 11 asistencias. Completó la planilla con tres rebotes, una tapa y tres pérdidas. Más allá de los elogios del entrenador rival, Alvin Gentry, que lo calificó como “el atleta más competitivo del mundo”, Ginóbili no pudo lucirse y quedó maniatado por la marca del veterano Grant Hill. San Antonio dominó los primeros minutos y llegó a tener una ventaja de nueve puntos (30-21) en el segundo cuarto, pero no la pudo sostener. A partir del tercer cuarto, el encuentro fue muy parejo, pero Phoenix comenzó a tomar diferencias en el comienzo del cuarto decisivo y llegó con una ventaja tranquilizadora a los últimos minutos.

Uno de los mayores problemas para San Antonio es que los dos partidos se desarrollaron como pretende Phoenix: muchas posesiones, alto goleo y predominio de los ataques sobre las defensas, todos tópicos de juego en los que Phoenix se siente más cómodo. En las cuatro series previas que San Antonio le ganó a los Suns desde que Ginóbili está en el equipo texano, la clave precisamente pasó por lo opuesto, cuando los Spurs pudieron neutralizar el juego rápido y vistoso de sus adversarios a partir de su defensa y de cortarles el ritmo. Hasta ahora, salvo en algunos pasajes, como en el comienzo del tercer cuarto del primer partido o en el primer cuarto del segundo, casi nunca pudieron lograrlo. Por eso, en los dos partidos permitieron 111 y 110 puntos, cifras que para la estructura de San Antonio prácticamente se traducen en una derrota.

Otro problema para San Antonio fue que su rival encontró diferentes alternativas para manejar los partidos. En el primero, todo el dominio pasó por las manos de Steve Nash, amo del juego con 33 puntos. Y en el segundo, algo más contenido el canadiense, el liderazgo lo asumió Hill. Y además, Phoenix encontró respuestas en los suplentes Jared Dudley y Channing Frye –autor de cinco triples–, que le cambiaron la cara al equipo cuando San Antonio dominaba en el segundo parcial.

Con esta situación límite, San Antonio está obligado a ajustar sus sistemas para revertir la serie. Una alternativa que seguramente planteará Popovich será el regreso a la titularidad del francés Tony Parker, que no viene siendo eficaz como primer suplente en el rol que Popovich habitualmente le daba a Ginóbili. Además, deberá mejorar sus porcentajes en tiros de tres puntos, ya que en los dos partidos apenas anotó 11 de los 37 tiros que lanzó (29,8 por ciento). El otro aspecto clave para mejorar son los rebotes en su tablero, ya que en el segundo partido permitió que Phoenix le tomara 18 recobres.