El sueño de recuperar el número uno del mundo está cada vez más cerca para el español Rafael Nadal. Con más trabajo de lo previsto, pero con la solidez habitual en los momentos decisivos del juego, el mallorquí venció 7-6 (7-2), 7-6 (7-3), 6-4 a su compatriota Nicolás Almagro y se clasificó para las semifinales de Roland Garros. En esa instancia se medirá con el austríaco Jürgen Melzer, que dio la gran sorpresa al superar 3-6, 2-6, 6-2, 7-6 (7-3), 6-4 al serbio Novak Djokovic.

En una jornada marcada por el regreso del sol, tras cinco días de lluvias, Roland Garros disfrutó con un choque de alto vuelo entre españoles, protagonizado por Nadal y Almagro. Durante los dos primeros sets, la paridad marcó el desarrollo, pero Nadal impuso su personalidad en los dos tie breaks, para empezar a resolver el juego. “El partido se decidió por detalles, y en los dos desempates he sido mejor”, relató Nadal, que ya en el tercer parcial aprovechó una serie de errores de Almagro para sacar una diferencia decisiva.

“No sé la fórmula; siete partidos, siete derrotas. Y espero y deseo que algún día llegue la victoria”, expresó Almagro, muy dolido con la caída.

“La verdad, y sinceramente lo digo, estoy jodido... ¿Para qué nos vamos a engañar? Lo había dicho, si se daba lo que ha pasado, la derrota, quería salir con la cabeza más alta posible”, indicó el español, 19º en el ranking mundial, que igualmente se mostró conforme con su rendimiento.

“Jugué el partido que tenía que jugar, con la actitud para ganar, pero no lo he conseguido. Si hubiera sido otro rival, sólo Dios sabe lo que hubiera pasado”, se lamentó el jugador.

Para Nadal, el camino a la final parece allanado y Robin Soderling, verdugo de Roger Federer el martes, surge como el escollo más difícil pensando en su quinto título en Roland Garros, que además significará regresar al primer lugar del ranking. Por eso, se refirió a la caída del suizo. “Siempre me gusta que ganen los mejores. Las derrotas para los mejores jugadores son más duras. Si hubiera perdido contra Nicolás, hubiera sido más difícil para mí que para él. Lo importante es estar en la final, con quien quiera que sea”, sostuvo Nadal.

Para acceder a esa añorada definición, el número dos del mundo deberá superar mañana a Melzer, que se recuperó de dos sets perdidos y dio vuelta un partido increíble ante Djokovic. “Jugué el partido de mi vida. Ahora toca disfrutar el momento. Ya tendré tiempo de pensar en Nadal”, expresó el austríaco. “Lo dejé volver al partido con mis errores no forzados”, indicó el serbio.

En tanto, hoy están previstas las semifinales femeninas, en las que la italiana Francesca Schiavone se cruzará con la rusa Elena Dementieva y la australiana Samantha Stosur se medirá con Jelena Jankovic.