Juan Román Riquelme realizó ayer trabajos con la pelota y se ilusiona con llegar en óptimas condiciones al superclásico ante River, en lo que fue la novedad más importante registrada en el entrenamiento que el plantel de Boca efectuó en el predio de Casa Amarilla. El jugador trotó desde bien temprano junto al defensor Clemente Rodríguez y el kinesiólogo Leonardo Betchakian. Cuando los jugadores que viajaron a Bahía Blanca empezaron con el entrenamiento, Riquelme se trasladó a la cancha auxiliar –se encontraba la Reserva, con Marcelo Cañete y Luciano Monzón, entre otros– para seguir con sus trabajos. Allí siguió trotando, aunque esta vez con la pelota en sus pies.

Riquelme se sacó luego las zapatillas y se colocó botines azules, con los que intensificó el trabajo. El volante remató con la pierna izquierda –la operada– contra la pared de la cancha. Si bien el enlace ya había hecho ejercicios con pelota, no fueron con la misma intensidad de la jornada de ayer. De esta manera, Riquelme dio un nuevo paso en su recuperación y se ilusiona con estar presente en el superclásico, por la 14ª fecha, cuando Boca visite a River en el Monumental.

En tanto, los que actuaron frente a los bahienses efectuaron ejercicios regenerativos, mientras que el defensor Christian Cellay se entrenó de manera diferenciada porque arrastra un traumatismo en el tobillo derecho, que le impidió jugar frente a Olimpo. Martín Palermo habló luego de la práctica y dijo que el equipo “sigue creciendo”, pero todavía tiene que “encontrar regularidad”.