A falta de 44 días para la designación de las sedes del Mundial de 2018 y 2022, la FIFA inició ayer “un procedimiento contra dos miembros” de su Comité Ejecutivo, tratando de apagar el incendio generado por la supuesta corrupción en los métodos de la elección de esos torneos. Además del proceso contra esos dos miembros, cuyo objetivo es “aclarar si han contravenido el Código Etico de la FIFA”, la federación internacional precisó en un comunicado que “continúan las investigaciones contra otros oficiales que habrían podido estar implicados en este asunto”. La máxima entidad del fútbol mundial agregó que “se ha abierto una investigación contra las asociaciones miembro imputadas y sus respectivos comités de candidatura”.

Los hechos se desencadenaron hace 48 horas, cuando el periódico británico Sunday Times generó el escándalo en su edición dominical, con un artículo de investigación en su primera página titulado “Mundial: votos en venta”. El periódico británico cita principalmente dos nombres, el de Amos Adamu, miembro nigeriano del Comité Ejecutivo de la FIFA, que reclamó 570.000 euros para apoyar una candidatura al Mundial 2018, y el del tahitiano Reynald Temarii, vicepresidente de la FIFA y presidente de la Confederación oceánica de fútbol. Temarii pidió, según el Sunday Times, 1,6 millón de euros en beneficio de una academia deportiva, y afirmó que otros dos candidatos le ofrecieron dinero para obtener su voto. Preguntada por la agencia AFP este lunes, la FIFA no quiso confirmar ni desmentir si Adamu y Temarii eran los dos miembros de su Comité Ejecutivo contra los que se lanzó el procedimiento.

El diario inglés afirma haber grabado a Adamu en un encuentro con periodistas que se presentaron como miembros de un lobby vinculado con un consorcio estadounidense que querían que el Mundial se celebrara en ese país norteamericano. El nigeriano les garantizó, según el Sunday Times, votar por la candidatura de Estados Unidos a cambio de los 570.000 euros.

Estados Unidos retiró el pasado viernes su candidatura a la edición del Mundial 2018, para concentrarse en la de 2022.

Por su parte, la Confederación de Oceanía afirmó ayer que su presidente cooperará con la FIFA en el marco de la investigación abierta. En Nigeria, los observadores locales no escatimaron en críticas al fútbol de su país. “El fútbol de Nigeria está corrompido de manera endémica, porque uno no lo puede desvincular de la sociedad en su conjunto, en la que hay graves problemas morales”, comentó Osasu Obayiuwana, ex periodista de la cadena británica BBC y uno de los responsables de New African Magazine.

“Esto refleja el estado del país en sí”, insistió Opeyemi Agbaje, economista que ha escrito sobre el fútbol y sobre la sociedad de Nigeria. “No puedo pronunciarme sobre la veracidad de las acusaciones contra el señor Adamu. Pero todos sabemos que el fútbol del país está extremadamente corrompido”, adujo. “Tenemos la cultura del ‘gran hombre’, el líder máximo”, por lo que “la gente se siente con el derecho de ser pagada por toda acción acción que la vincule”, sentenció Agbaje.

Por su parte, el presidente de la federación internacional, Joseph Blatter, calificó la situación de “muy desagradable”. Inglaterra, Rusia, España y Portugal, y Holanda y Bélgica son candidatos a la organización del Mundial 2018. Qatar, Australia, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur lo son para el de 2022. La designación de los organizadores del Mundial de 2018 y de 2022 sigue estando prevista para el próximo 2 de diciembre, en Zurich.