“Con el fútbol sufro más que con la política.” Hincha de Racing, la última vez que Néstor Kirchner pisó un estadio de fútbol fue 16 meses atrás, cuando fue a visitar al plantel de su equipo, que por entonces dirigía Ricardo Caruso Lombardi. El 16 de junio del año pasado, el ex presidente bajó en helicóptero en la cancha auxiliar del estadio Presidente Perón, para saludar al plantel. Racing venía de vencer 3-0 a Boca y el ex presidente estaba obligado a cumplir una promesa que le había arrancado el entrenador 12 días antes: cuatro plasmas de 32 pulgadas si lograban vencer al conjunto de la Ribera. “Racing ocupa un lugar muy importante en mi vida –explicó en la media hora que compartió con los jugadores, el técnico y el presidente del club, Rodolfo Molina–. En mi casa, salvo Cristina, somos todos hinchas de Racing y muy sufridos.” Caruso lo recordó ayer: “Estas cosas te sorprenden, es una lástima, un hombre joven, si bien no tuve una relación, en lo poquito que estuvo con nosotros dio la imagen de tipo de barrio”. El técnico recordó que para estimular a los jugadores les prometía premios; por eso, “le mangueé los plasmas (a Kirchner) y no dudó un momento, vino y los dio. Fue un encuentro cortito, bien de barrio. Si ni siquiera lo tomamos como un presidente, sólo como una persona más, porque no mostraba otra cosa”.