Lejos de las posturas cautelosas de algunos de sus compañeros, Patricio Rodríguez, figura de la victoria ante Peñarol, se sacó el casete y demostró que está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de levantar la octava Libertadores. “Yo firmaría ganar la Copa a cambio de jugar la Promoción”, confesó el volante a Página/12, sin considerar que el plantel de Independiente deba sentirse aliviado por la victoria copera: “No nos sacamos de encima nada. Simplemente volvimos al buen juego, a tratar la pelota por abajo y a convertir goles”. “Me gustaría seguir en la Copa lo más que se pueda. En el Clausura sacamos un buen resultado con Vélez, pero se nos complicó el partido contra Argentinos”, expresó.

En el arranque de la Libertadores, Rodríguez estuvo imparable. Volvió locos a los uruguayos con su velocidad y creó la jugada del primer gol, mediante una asistencia que Facundo Parra mandó al fondo de la red. ¿Cuál fue la clave de su explosión? “Me faltaba continuidad, algo que no tuve durante los últimos tres años. Recién ahora con el Turco pude comenzar a jugar más seguido”, contó el mediocampista, quien consideró que fue “importante” haber podido completar los noventa minutos, algo que no consigue habitualmente. “El objetivo siempre va a ser jugar bien, independientemente de la cantidad de tiempo que uno esté en la cancha”, amplió. Por otra parte, admitió que “siempre es distinto jugar partidos internacionales”, ya que “el rival no tiene tantos datos”. “A diferencia del torneo local, se hace todo mucho más natural”, consideró el Pato.

Pero las razones de su buen rendimiento no fueron sólo ésas, sino la manera en que Antonio Mohamed lo rodeó: “Me sentí muy cómodo. El respaldo que me da (Maximiliano) Velázquez cubriéndome las espaldas es fundamental. La posibilidad de poder juntarme con (Leandro) Gracián, (Matías) Defederico y (Facundo) Parra me hace jugar mejor, porque pudimos tocar bien por abajo”. En esa sintonía, Gracián, quien se desempeñó como doble cinco junto a Cristian Pellerano, también levantó su nivel y fue despedido con una ovación. Sin embargo, Rodríguez manifestó que el planteamiento no fue decisivo: “La táctica no me parece tan trascendente. Lo que más importa es rodearme con gente hábil y rápida”.

Después de la goleada, el jugador de Peñarol Diego Alonso fue a buscar a Parra al vestuario. “Ponete los championes (zapatillas) y vení a pelear con Darío Rodríguez”, fue la consigna del delantero uruguayo. El argentino optó por ignorarlo y recibió un golpe de puño. Acto seguido, se desató una hecatombe que involucró a la policía, que agredió a los jugadores de Independiente en vez de separar. “Hubo un tumulto y se empujaron. Son calenturas que no se supieron manejar”, explicó el Pato, mientras que Parra se descargó duramente contra Alonso. “Está mentalmente desequilibrado”, disparó. “Cuando me dijo que me iba a ir a buscar al vestuario, me reí y lo fui a saludar como a cualquier rival”, contó el ex Chacarita.