Domingo, 13 de marzo de 2011 | Hoy
DEPORTES › EN UN PARTIDO HORRIBLE, SAN LORENZO VENCIO 1-0 A BOCA
El tremendo zapatazo de Aureliano Torres fue la única diferencia entre dos equipos que salieron a no dejar armar al rival y lo consiguieron. Para el conjunto de Ramón Díaz, el triunfo le permitió llegar a la punta. Para los de Falcioni, ya son tres partidos sin tantos.
El que hacía el gol iba a ganar. Y lo hizo San Lorenzo. Con un disparo formidable de Aureliano Torres, el equipo de Ramón Díaz derrotó a Boca por 1-0 en el Nuevo Gasómetro y quedó como uno de los punteros del Clausura, por lo menos hasta que jueguen Racing, Estudiantes y River. Si bien no fue menos que su rival, el conjunto de Julio Falcioni jugó su peor partido en lo que va del campeonato y sigue en caída libre: sumó su tercer encuentro sin saber de victorias y acumula apenas dos goles en el certamen (es la primera vez que Martín Palermo no convierte en las cinco fechas iniciales).
Los planteos de Boca y San Lorenzo suelen tener muy pocos recursos. Por esa razón, es entendible que el arranque haya sido desprolijo, cortado y ordinario, ya que ambos equipos mostraron muchas limitaciones para generar circuitos futbolísticos. Cada vez que Ortigoza intentó tocar la pelota, Somoza y Rivero lo anularon como verdaderos perros de presa. Así, el equipo de Díaz intentó explotar el sector izquierdo, pero las imprecisiones de Giménez y Menseguez no le permitieron llevar peligro al arco de García. En la primera incursión del local por la derecha, Carmona sacó un centro que Salgueiro conectó defectuosamente y murió en las manos del arquero de Boca.
En ese panorama chato, Boca inclinó levemente la cancha con muy poco. Falcioni soltó sorpresivamente a Cellay y el ex Estudiantes apareció con frecuencia en el campo rival, en sociedad con el empuje de Chávez. Sin embargo, el visitante nunca pudo hilvanar tres pases seguidos y no supo buscar a Palermo, que suma 545 minutos sin convertir. Y como ningún volante se hizo cargo de la conducción, Boca llegó mediante una jugada de rugby, cuando Rivero ganó dos rebotes en la puerta del área y derivó para Chavez, quien remató a los testículos de Migliore.
Cuando el segundo tiempo parecía una natural prolongación del primero, Aureliano Torres rompió la mediocridad y la monotonía con un gol fuera de contexto. El paraguayo sacó un remate quirúrgico a lo Roberto Carlos, que hizo una comba de afuera hacia adentro y se metió pegado al palo, ante la mirada atónita de García.
Con la desventaja a cuestas, Falcioni trató de modificar la ecuación con el ingreso de Erviti, que cada vez se parece menos al que brillaba en Banfield. Sin ideas ni recursos, Boca fue para adelante y se acordó de abastecer a Palermo. Pero el delantero debió luchar en solitario y sólo pudo incomodar en contadas ocasiones. Luego de un error de Migliore, similar al de García contra Godoy Cruz, el arquero le cedió la pelota al goleador y luego lo agarró alevosamente de la camiseta, ante la vista gorda de Lunati. Con todos los problemas que evidenció, Boca volvió a caer en el desencanto y parece estar muy lejos de salir a flote.
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