Autor de más de la mitad de los goles del Barcelona en la Liga española 2010-2011, con 31 tantos y 19 pases decisivos, Lionel Messi fue el combustible indispensable del potente motor catalán, campeón liguero por tercer año consecutivo. El empate 1-1 como visitante contra el Levante, en Valencia y con un gol de Keita, significó el 21º título de Liga del equipo catalán, dos fechas antes del final del torneo.

“Estoy muy contento porque ha sido un título muy duro. Nos ha costado mucho trabajo ser campeones y más contra un gran rival como es el Real Madrid. Ahora hay que disfrutarlo”, afirmó el delantero argentino, que esta temporada no ha sufrido ninguna lesión, ganó su quinta Liga tirando del ataque del Barça, sobre todo en los períodos de sequía del recién llegado al equipo, el campeón del mundo español David Villa.

Messi “es simplemente el mejor”, había afirmado el entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, tras la goleada 5-0 en el Camp Nou frente al Real Madrid en noviembre de 2010, en la que el rosarino no marcó, aunque ofreció dos goles a Villa. De su mano, el Barcelona superó la marca de victorias consecutivas (16) que ostentaba el Real Madrid desde hacía medio siglo.

Messi se convirtió más tarde, el 23 de abril, en el primer jugador en alcanzar los 50 goles en una temporada en España, superando al legendario delantero húngaro del Real Madrid Ferenc Puskas (49 goles).

Sus adversarios se quedaron sin palabras: “Es verdad que Messi es para mí el mejor jugador del mundo actualmente”, comentó Karim Benzema antes de la vuelta de las semifinales de la Champions League entre el Barcelona y el Real Madrid. “No veo a nadie más hacer lo que hace. Me gusta mucho ese jugador”, añadió el delantero francés.

A los 23 años, Messi gana un salario acorde con sus hazañas. Según France Football, es el futbolista mejor pagado del planeta, con 31 millones de euros anuales, contando su salario en el Barça y sus numerosos contratos publicitarios.

Su estatus de estrella mundial es innegable. Su página Facebook, creada a principios de abril, alcanzó más de seis millones de seguidores en unas horas, y su imagen ha sido utilizada para la portada de un famoso videojuego.

Pero, siempre tímido e incómodo cuando tiene que hablar de él mismo, Messi prefiere dar el crédito a su equipo: “Por el fútbol que hace, gusta en todos lados, y puede marcar una época por su estilo de juego”. ¿El mejor equipo de la historia? “Sí, el mejor de los que he visto en mi vida”, destacó el Balón de Oro 2009 y 2010.

Pero la temporada de Lionel no ha sido la única destacable. El exigente Camp Nou parece haber dado el visto bueno a otro argentino, como Javier Mascherano. El “Jefecito” llegó, calló y aprendió. Pese a su papel secundario en el primer tramo de campeonato, Mascherano se asentó como uno de los pilares del equipo, consolidado como alternativa a Busquets y clave ante la plaga de lesiones en la defensa en los últimos meses.

Del capitán de la Selección argentina quizá muchos esperaban un perro de presa, pero Mascherano se destapó como un jugador que también sabe tocar la pelota, implicado en la idea de su comandante Guardiola, capaz de adaptarse a cualquier posición y dotado de esa heroicidad y sacrificio que tanto seducen al hincha culé.