“La decisión no la tomé yo. Está muy claro, me echó la barra. Si después del partido no hubieran ido al vestuario, ahora estaría dirigiendo la práctica.” Con esas palabras se despidió ayer Antonio Mohamed de Independiente. El ahora ex técnico del conjunto de Avellaneda renunció tras el hostigamiento que recibió posterior a la derrota 1-0 ante Boca.

En un monólogo que improvisó durante la mañana después de despedirse del plantel, Mohamed no anduvo con vueltas para apuntar sobre los responsables de su alejamiento. “Vine a agradecerles a los jugadores. También al hincha verdadero, al que apoyó siempre, al que nos aplaude desde la platea, al que nos banca en las encuestas. Y no al que gritó a partir de una orden. Está más que claro que lo que sucedió no fue espontáneo”, acusó.

“El presidente (Julio) Comparada estuvo en el vestuario. Tuvo una charla subida de tono con alguno de los jugadores. Se fue y a los cinco minutos apareció la barra. Fue un mensaje evidente: váyanse de mi casa”, puntualizó, agrandando las sospechas sobre la connivencia entre los directivos y los violentos.

Con una seriedad poco habitual en él, no se guardó nada. “Forzaron a que tomara esta decisión. El equipo tiene un partido suspendido –se jugará mañana ante el San Martín sanjuanino–. Si gana queda cerca de la punta, no tiene problemas de promedio. Por eso siempre aclaré que las cuentas hay que hacerlas al final”, señaló.

La idea de la renuncia maduró durante la noche del domingo luego de que unos 200 barrabravas, varios vestidos con ropa oficial del club, fueron a la zona de vestuario para insultar y cantar contra el técnico y el plantel. Con bombos y trompetas exigieron la salida del entrenador y cuando Mohamed se retiraba del estadio, lo despidieron con acordes de la Marcha Fúnebre.

Así, el director técnico confirmó su salida. Pero antes recordó sus logros a lo largo de la etapa de conducción, haciendo principal énfasis en la Copa Sudamericana ganada el año pasado y que le devolvió a Independiente su prestigio internacional. “Después de mucho tiempo el club fue campeón internacional; va a jugar la próxima Sudamericana, está a tres puntos de meterse en la siguiente Libertadores. Es claro que no es un simple tema deportivo”, consideró. Mohamed resaltó que muchos hinchas fueron “silenciados” por barras ubicados en las plateas cuando intentaron cantar contra la Comisión Directiva. “No los dejaron cantar. Ya se van a enterar con el tiempo de lo que pasó”, disparó. Y sintetizó: “Con esta realidad, el fútbol argentino está muy mal”.

Antes de retirarse del predio de Villa Domínico, el ex DT les hizo un pedido especial a los hinchas: “Los futbolistas no pueden jugar todo el partido insultados, con miedo de que les rompan el coche. Que la gente proteja más a los jugadores y a los chicos del club, que le van a dar muchas alegrías y son el patrimonio de la institución”.

Quien se perfila para reemplazarlo es Enzo Trossero, que ya supo dirigir a Independiente hace once años. Y en esta oportunidad no se baja de la candidatura. “Nunca le diría que no a este club. En 2000 salimos subcampeones y siempre sería hermoso volver”, sostuvo. Sin embargo, resaltó: “Fue desprolijo cuando me fueron a buscar a Suiza con (Andrés) Ducatenzeiler a la cabeza. Ahora hay un conflicto dirigencial, con una institución endeudada y que vende a los jugadores muy jóvenes. Se perdió mucho dinero por ese mal manejo. Por eso digo que hay condiciones y condiciones para regresar”. Otros nombres que se barajan son los de Jorge Fossati y Gerardo Martino.

Por lo pronto, en medio de esta situación, quien tomará la responsabilidad en el banco de suplentes mañana ante San Martín será Cristian Díaz, hasta ayer entrenador de la reserva. El ex defensor aseguró: “Nada más asumí para dar una mano, poner el pecho y colaborar”.