Con la confirmación de Alfio Basile como entrenador, el segundo gran dilema para la flamante dirigencia de Racing es retener al colombiano Teófilo Gutiérrez, quien ya manifestó sus ganas de irse, aunque desde el club pretenden que se quede. Por eso ya iniciaron una negociación que podría dejar al goleador en Avellaneda, aunque con el mejor contrato de la Argentina. En Racing tienen mucha confianza en que la oferta termine de convencer al delantero, que antes de sus vacaciones se llevó todas sus pertenencias hacia Colombia, dejando en claro que su intención no era regresar al país.

Si bien Gutiérrez ya expresó sus deseos de marcharse a Europa o “a otro club grande de la Argentina”, una sustancial mejora en su contrato podría hacerlo cambiar de opinión. Por eso, a través del flamante presidente, Gastón Cogorno, y del manager del club, Roberto Ayala, ya comenzaron las tratativas para firmar un nuevo vínculo. Ante esa posibilidad, en Racing confían en que Gutiérrez llegue rápido para sumarse a la pretemporada, cuyo inicio para el resto de los jugadores está previsto para mañana.

Una de las prioridades de Basile cuando arregló su incorporación como entrenador fue la continuidad de Gutiérrez y que no le desmantelaran el resto del plantel. Ante esa situación, el presidente Cogorno está decidido a firmarle un contrato millonario, para convertirlo en el jugador mejor pago del país. A favor de Racing hay que tener en cuenta que el ex goleador de Junior está vinculado al menos hasta junio con el club, por lo que, ante algún ofrecimiento formal desde Europa, la última palabra la tendrá la dirigencia de la Academia. “Si no llega una muy buena oferta, Teófilo se quedará en Racing”, fue el mensaje que lanzó el ahora vicepresidente Rodolfo Molina, reafirmado por Cogorno.

De prosperar las negociaciones, Gutiérrez tendrá en la Argentina un contrato similar a lo que gana un futbolista en Europa. La incógnita pasa por saber cómo lo afectará su declaración pública de asegurar que su ciclo en Racing estaba cumplido, tanto en su rendimiento como en la relación con la gente. Hasta esa frase, el idilio estaba intacto entre el delantero y los hinchas, que incluso le perdonaron la llegada tarde desde Colombia en la previa al decisivo partido ante Boca y su posterior expulsión en la Bombonera tras empujar al árbitro del partido. Sin embargo, en los distintos foros, ahora la situación parece diferente. Si se queda, el desafío de Gutiérrez será recomponer la relación.