El mediocampista Pablo Ledesma, uno de los flamantes refuerzos de Boca, calificó ayer como “lo más lindo que hay” la disputa de la Copa Libertadores, que ya ganó en 2007 y será el máximo objetivo del equipo durante el próximo semestre.

A su llegada al país, procedente de Italia, el volante declaró: “Guardo los mejores recuerdos de Boca, me vuelvo a encontrar con la hinchada, grandes amigos y una institución seria”.

Ledesma se dirigió desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza a Casa Amarilla para someterse a los exámenes médicos y en el transcurso del fin de semana se sumará a la pretemporada que el plantel realiza en Tandil. Previamente, firmará el nuevo contrato que lo ligará al último campeón argentino a préstamo por un año, tras acordar su salida de Catania.

En su etapa anterior en Boca, el mediocampista jugó 155 partidos (debutó en el Clausura 2003 ante Colón de Santa Fe) y obtuvo siete títulos (Apertura 2003 y 2005, Sudamericana 2004 y 2005, Clausura 2006, Recopa Sudamericana 2005 y Copa Libertadores 2007).

“Ponerse nuevamente esta camiseta representa mucho para mí”, aseguró Ledesma, quien se mostró consciente de la complicación para ganarse un puesto como titular ante la presencia de Diego Rivero, otro jugador experimentado. “Estoy acostumbrado a lo largo de mi carrera a pelear siempre por un lugar. Habrá que luchar, como pasa siempre, en todos lados”, asumió.

En tanto que, en la concentración del plantel en Tandil, el volante Walter Erviti le reconoció que la Copa Libertadores es “la obsesión” del plantel dirigido por Julio César Falcioni y los hinchas. “Es un torneo difícil, me tocó jugarlo con Banfield, y trataremos de llegar lo mejor posible. Tenemos plantel para aspirar a ganarla”, comentó. Para ello, el ex San Lorenzo remarcó la necesidad de “hacer una gran pretemporada”, como sucedió en Curitiba (Brasil) en el receso anterior, que sirvió “como base para la conquista del título” en el Apertura.

En otro orden, Erviti reconoció que la posibilidad de jugar uno de los dos superclásicos ante River lo mantienen con “gran ansiedad y expectativa”. Desde su llegada al club, el mediocampista apenas disputó seis minutos ante River, en el Torneo Clausura pasado, después de ausentarse en los dos jugados durante el verano 2011.