En la lucha que encabeza el presidente de Independiente, Javier Cantero, para erradicar a los barrabravas del club, y de la que el Gobierno, a través de la Jefatura de Gabinete de Ministros y del Ministerio de Seguridad, también se hizo eco, se escribió ayer un nuevo capítulo, que incluyó por la mañana una amenaza de bomba en el colegio que la institución tiene en Avellaneda (ver aparte) y, por la noche, una marcha de hinchas del Rojo y también de otros clubes en apoyo a la iniciativa de los dirigentes. “Cómo no vamos a poder terminar con una barbarie. Acá en Independiente los barras no ganan”, aseguró Cantero, megáfono en mano, frente a la multitud, que respondió gritando: “¡Barrabravas, nunca más!”.

Querer hacer bien las cosas tiene un precio que no todos están dispuestos a pagar. Pero ése no es el caso del presidente de Independiente, el hombre que “destapó la olla” –según sus propias palabras– de uno de los mayores problemas del fútbol argentino: la coerción que ejercen las barras bravas de los clubes sobre los dirigentes, pero también la complicidad existente entre ambas partes desde mediados de los años ’50 del siglo pasado, en uno de los giros que produjo la profesionalización del deporte.

La dirigencia del Rojo está dispuesta a enfrentar el miedo y para eso solicitó ayuda del Gobierno y las autoridades; y durante la semana, Cantero mantuvo reuniones con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y la ministra de Seguridad, Nilda Garré.

“A Cantero lo conozco desde hace años, y es una excelente persona. Está haciendo lo que prometió que iba a hacer durante la campaña”, le comentó a Página/12 el ex intendente de Avellaneda Oscar Laborde, socio del club, quien actuó de nexo entre el dirigente y las autoridades del Gobierno. “El desnudó la situación de lo que sucede con las barras bravas y los dirigentes de los clubes, y el Gobierno está convencido de que debe actuar en este sentido. El respaldo es muy fuerte”, agregó el ahora funcionario de la Cancillería, con rango de embajador.

En principio, las medidas que instrumentará el Gobierno tienen como ejes la aplicación del derecho de admisión, a las que se sumarán reformas en los operativos de seguridad y cambios en la legislación, que acompañen el proceso que, si se bien encuentra en estado embrionario, ha despertado también el interés y compromiso de hinchas y dirigentes de otros equipos. También existiría la intención por parte de las autoridades, según pudo averiguar Página/12, de impulsar la creación de una Policía Deportiva que actúe en el ámbito metropolitano, una fuerza especializada que garantice la seguridad en los espectáculos deportivos.

Anoche, en la sede de Independiente, en la calle Mitre al 400, en pleno centro de Avellaneda, más de 500 hinchas se autoconvocaron para brindarle su apoyo a Cantero, quien se comprometió ante los presentes a intensificar su lucha contra los barrabravas. “Vamos a ser el primer club que se planta ante una barra brava. Empezamos los hinchas de Independiente, pero ya se están acercando hinchas de todos los clubes”, arengó el dirigente, varias veces aplaudido por los hinchas.

A última hora circulaba por Internet una solicitada firmada por “políticos, artistas y personalidades de Independiente”, quienes hoy irán al estadio Libertadores de América para sumar su apoyo al presidente y a todos los hinchas del Rojo que persiguen el mismo objetivo: terminar de una buena vez con la violencia del fútbol.