Martes, 5 de junio de 2012 | Hoy
La campaña de Tigre en este Clausura parece sacada de una película de Hollywood. Suma 29 puntos en 16 partidos jugados, una suma envidiable para cualquier equipo, y es escolta, a tan sólo tres puntos, del líder Boca, algo a lo que aspira toda institución cuando restan apenas nueve unidades en juego. Sin embargo, aunque cueste creerlo, hasta el momento semejante campaña no le alcanza al elenco de Victoria, que se encuentra en zona de descenso directo, a tan sólo un punto de San Lorenzo, su próximo rival, en lo que será una verdadera final. “Es nuestro rival más cercano y si ganan ellos se va a complicar todo porque se irían a cuatro faltando nada más que dos fechas”, señaló el DT de Tigre, Rodolfo Arruabarrena.
La pelea por permanecer en la máxima categoría del fútbol argentino se convirtió hace tiempo en una verdadera guerra entre varios equipos. Este año, los que se ven inmersos en esa batalla son –entre otros– Tigre y San Lorenzo, que el domingo se verán las caras en un partido que será trascendente para ambos. “Si les ganamos vamos a sacarles una ventaja de dos puntos, pero si perdemos pasa todo lo contrario. Es un partido importante contra un rival directo y tenemos mucha presión”, señaló Arruabarrena, que si bien reconoció la importancia del encuentro, dejó en claro que “no será definitorio”. “Nada va a cambiar este domingo. Nosotros tenemos que seguir descontando puntos como lo venimos haciendo hace mucho”, puntualizó el DT.
Faltan apenas tres semanas para que finalice el torneo Clausura. Y en esos 30 días, San Lorenzo vivirá su momento futbolístico más difícil en lo que va del siglo. Si bien el elenco de Boedo está en Promoción y con chances de salir de todo en la próxima fecha, no puede relajarse debido a que sólo está a un punto de caer en zona de descenso directo, lugar que hoy por hoy ocupa Tigre. Justamente, los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena serán el próximo escollo para los de Caruso Lombardi, en un partido que será de alta tensión en Victoria. Para ese encuentro, el ex DT de Quilmes empezó a probar variantes en el mediocampo, mientras aguarda por la recuperación de Leandro Romagnoli, una de sus figuras.
Luego del affaire Julio Buffarini, que fue la novela de la semana pasada, Caruso Lombardi, en la vuelta del plantel a los entrenamientos, comenzó a delinear el posible once que visitará a Tigre el domingo. En ese sentido, el entrenador sorprendió con la inclusión del juvenil Kannemann por Bazán, mientras que no hubo indicios del reemplazante del ex volante de Ferro. Por otra parte, Romagnoli, quien padece una sinovitis en la rodilla derecha, hizo trabajos diferenciados, y será esperado hasta último momento. En tanto que el uruguayo Carlos Bueno, afectado por una gripe, no estuvo en el entrenamiento, aunque se estima que no tendrá problemas para estar contra el conjunto de Victoria.
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