¿Habrá sido ésta la última final de la Copa Libertadores disputada en dos partidos? La gran cantidad de hinchas de Boca que se quedaron fuera del estadio Pacaembú, sin entrada para ver el encuentro, motivó al vicepresidente de Boca, Oscar Moscariello, a adelantar que el club le pedirá a la Conmebol que a partir de la próxima edición de la Copa la final se dispute en un estadio neutral designado antes del comienzo del torneo, en un único partido, como es costumbre en la Champions League.

Pese a que Boca había pedido a los hinchas que no viajaran a San Pablo sin una entrada de las 2450 que Corinthians puso a disposición del club argentino, un buen número de hinchas se concentraron desde la mañana de ayer en las puertas del hotel en el que se alojó el equipo, para reclamar por la posibilidad de tickets. Según la agencia Télam, entre 3000 y 4000 hinchas de Boca viajaron a San Pablo sin entradas.

Muchos de ellos estaban disconformes con el hecho de que mil de esas 2450 entradas se comercializaran dentro de un paquete oficial que incluía traslado en charter y alojamiento, por un valor de 12 mil pesos. Así, reclamaron que la dirigencia de Boca les consiguiera un ingreso. Quienes no necesitaron reclamar fueron los integrantes de la barra brava, un grupo de un centenar de personas encabezados por Mauro Martín, que llevaban sus entradas. Ellos no tuvieron problemas para ingresar.

El estadio Pacaembú, donde habitualmente juega el Corinthians, es municipal y será sometido a una remodelación para albergar el cotejo inaugural del Mundial 2014, pero su capacidad es limitada. El Morumbí, el más grande de la ciudad, pertenece al San Pablo, rival del Corinthians.

El presidente del club, Daniel Angelici, salió en un momento del hotel para dialogar con los hinchas que reclamaban entradas, pero tuvo que desistir porque “el clima se puso tenso”.

Corinthians dispuso un lugar alternativo para seguir la final, el sambódromo de San Pablo, a unas cuarenta cuadras del estadio, donde se instaló una pantalla gigante.