Boca jugó mal en San Pablo y cayó por 2-0 ante Corinthians, que tuvo un planteo discreto, pero supo pegar en el momento justo y con dos tantos de Emerson –la figura– se impuso en la final para alzar por primera vez en su historia la Copa Libertadores de América. Para Boca, en cambio, se trató de la cuarta final perdida, en diez finales disputadas.

A juzgar por la catarata de rumores que marcaron la previa de la final de la Copa Libertadores, Boca salió a jugar el partido desbordado por sus problemas internos, con Riquelme y sus aliados de un lado y el entrenador y la dirigencia del otro. Sembrada la discordia durante toda la jornada, el clima lejos estaba de ser ideal. Lo que terminó de demostrarse cuando el colombiano Wilmar Roldán pitó el comienzo del partido en el Pacaembú.

Como había sucedido en la Bombonera, Boca salió dispuesto a dominar el trámite intentando jugar bien la pelota en la zona de volantes, frente a un Corinthians que volvió a mostrarse cauteloso, como en todo el torneo, pero siempre dispuesto a aprovechar los errores defensivos del rival. En ese registro transcurrieron los primeros 20 minutos, tras lo cual Boca se fue derrumbando paulatinamente. La fricción ganó terreno y las reiteradas faltas en la mitad de la cancha acapararon toda la atención. Boca necesitaba más de Riquelme y de Erviti, los jugadores de mejor rendimiento en esta última parte del torneo continental, pero ambos también parecían alcanzados por la merma general. Tampoco aparecían en Corinthians Emerson o Alex y, al igual que Boca, el Timao también sufría su escasa profundidad.

A los 30 minutos, como consecuencia de un choque con Somoza, el arquero Orion debió dejar la cancha, lesionado. Salió del campo lentamente, pero cuidó un último detalle, se acercó a Riquelme, lo abrazó y le pidió algo al oído. Una vez afuera, desconsolado, se arrojó a los brazos de Falcioni. En su lugar ingresó el uruguayo Sebastián Sosa, fogueado en la Copa Argentina. Su entrada fue en el momento en el que Boca había perdido el control de la pelota y le costaba jugar lejos de su propia área. Sosa se metió rápido en el juego, con dos intervenciones de relativo peligro debido a remates de media distancia. Corinthians también carecía de profundidad. Lo cierto es que faltaban ideas en ambos bandos, y predominaban la dureza y los empujones, por lo que el primer tiempo se fue sin mayores emociones, lejos de ser un partido soñado.

El complementario continuó en la misma sintonía. El partido era definitivamente malo. Boca insinuaba peligro en jugadas de tiro de esquina, Corinthians lo hacía en jugadas de pelota parada. Precisamente, por esa vía llegó el gol de Corinthians, a los 54 minutos, con un remate de Emerson tras dos cabezazos en el área y un taco, tras un error defensivo de Franco Sosa. En desventaja, Boca experimentó una pequeña reacción, pero seguía faltándole tranquilidad para armar mejor el juego.

Corinthians, por su parte, buscaba decididamente ampliar la ventaja de contragolpe. Falcioni intentó darle más profundidad a su equipo con el ingreso de Cvitanich por Ledesma, ya que hasta ahí ni Mouche ni Silva habían conseguido hacer nada interesante.

La más clara de Boca fue también en jugada de pelota parada, a los 71. Riquelme armó la jugada con Erviti y después sacó el centro al corazón del área donde Caruzzo conectó de cabeza ante un arquero Cassio que respondió con firmeza. En la réplica, Corinthians lo liquidó. Schiavi entregó mal una pelota a Caruzzo, Emerson se la llevó y corrió para definir mano a mano frente a Sebastián Sosa y, con un sutil toque de derecha, poner el partido 2-0.

Boca estaba perdido en la cancha y tampoco le llegaban novedades de parte del cuerpo técnico. Recién cuando el nerviosismo terminaba de imponerse entre los boquenses, Falcioni reaccionó y mandó a Viatri al campo de juego. Pero no era la noche de Boca, en absoluto. La alegría era toda brasileña.

2- CORINTHIANS

Cassio; Alessandro, Chicao, Castán, Santos; Henrique, Ralf, Paulinho, Emerson; Danilo, Alex.

DT: Tite.

0- BOCA

Orion; F. Sosa, Schiavi, Caruzzo, C. Rodríguez; Ledesma, Somoza, Erviti; Riquelme; Mouche, Silva.

DT: Julio Falcioni.

Estadio: Pacaembú (San Pablo).

Arbitro: Wilmar Roldán (Colombia).

Goles: 54m y 72m Emerson (C).

Cambios: 30m S. Sosa por Orion (B); 65m Cvitanich por Ledesma (B); 81m Viatri por Mouche; 87m Douglas por Alex (C), 90m Wallace por Emerson (C).