“Me queda hacer historia en un mundial, sueño con ser el primer campeón mundial argentino de taekwondo; ése es mi objetivo ahora.” Todavía no cae el correntino Sebastián Eduardo Crismanich, el único deportista argentino que ganara una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, entre otras cosas porque todavía no volvió a su provincia. “Imagino que será como lo hicimos cuando venía Carlos ‘Camau’ Espínola con sus medallas olímpicas. Era el deportista del momento y estábamos todos atrás aplaudiéndolo, agradeciéndole por todo lo que hacía no sólo por Argentina, sino por la provincia.” Sigue ilusionándose con grandes logros, ahora con un título mundial.

“Así como soñé y me propuse lograr la medalla olímpica, hoy quiero sobrepasar todas las metas. No sólo con mi hermano, sino con todo el equipo masculino y femenino. Ojalá saquemos todos la medalla de oro en un mundial.” Mauro Crismanich, el hermano de Sebastián, fue medalla de bronce en el torneo de Copenhague de 2009. El dueño del oro no tiene plazos: “Si no es en este mundial, será en el otro. Y espero que sea la de oro y con eso completar el currículum más espectacular que pueda haber en este momento en el taekwondo argentino”, resumió.

“Sabía que no había llegado a mi techo al lograr la medalla de oro en los Juegos Panamericanos, ni con el primer lugar en el clasificatorio olímpico un mes después de Guadalajara”, explicó. “En el interior del país existía muy poco este taekwondo WTF (World Taekwondo Federation) olímpico, sobre todo en la provincia de Corrientes, donde nosotros comenzamos las prácticas, y no era tarea fácil posicionarse entre los mejores del país”, rememoró.

“Empezaron a abrirse las puertas de este sueño cuando se clasificó en (el preolímpico de) Querétaro. Teníamos la ilusión de que podíamos conseguir la primera medalla para el taekwondo argentino y qué mejor que se consiguió la de oro.” Para el atleta, “todavía queda mucho por competir, por pelear, por levantarse día a día. Aunque uno esté cansado tiene objetivos para seguir adelante y vamos a estar pensando en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016”.

Crismanich no se acostumbra aún a su papel de ídolo. “Desde que llegué a Argentina empezaron a aparecer muchas cosas nuevas para mí. Cosas a las que el taekwondo no estaba acostumbrado, como ir por la calle y que se den vuelta porque reconocen tu voz y quieran saber si sos Sebastián Crismanich”, relató el deportista. “Que te saquen una foto o quieran un autógrafo o que te toquen bocina agradeciendo. Son sensaciones muy lindas que disfruto.”

De cara al futuro, Crismanich nombró los objetivos próximos: “El Panamericano de la especialidad (en Sucre, Bolivia) en octubre y la Copa del Mundo (en Puebla, México) en mayo de 2013, donde fuimos invitados por los resultados de la delegación argentina de taekwondo WTF, ya que sólo diez países del mundo pueden participar de él. Para esto también va a haber una preparación seria en Europa, como lo venimos haciendo en estos últimos años, porque quiero ganar en todas las competencias en que me presente”, destacó. “Estoy seguro de que puedo alcanzar dos juegos olímpicos más. Esto depende mucho de la parte psicológica, más que de cómo llegues físicamente a esa edad.”