La Doce, que lidera Mauro Martín, ayer fue baleada por la otra facción.
Imagen: DyN.

Desde estas mismas páginas, a propósito del problema de la violencia en el fútbol del que muchos hablan, pero pocos demuestran tener el valor para enfrentarlo, se mencionó en la semana que Boca era uno de los clubes cuya barra brava había experimentado un crecimiento exponencial en los últimos 15 años. Se dijo también que la connivencia de los violentos con la dirigencia era evidente e innegable y que alcanzaba para comprobarlo con realizar una inspección ocular en los días de partidos, donde los barras están a sus anchas manejando el estacionamiento en las cercanías de la Bombonera y regenteando los puestos de venta de merchandising trucho dentro de los pasillos del club.

En ese contexto se da el enfrentamiento a balazos ocurrido ayer en la Ruta 9 entre dos facciones de la barra, la oficial, que lidera Mauro Martín, y la que pretende recuperar el terreno perdido y que hasta hace por lo menos un mes lideraba Rafael Di Zeo, no hace más que confirmar una verdad que, por supuesto, involucra a la dirigencia, no sólo de Boca sino de todo el fútbol argentino, porque la lucha por el poder en las barras es también una lucha por los negocios rentables, que son los que les llenan los bolsillos a líderes y capitanes.

Ayer la disputa elevó su calibre. Las amenazas que los laderos de Di Zeo hicieron cuando éste fue absuelto por la Justicia en la causa por la agresión a los hinchas de Chacarita durante un partido oficial jugado en la Bombonera se concretaron. “A todos los traidores los vamos a matar”, cantaban los violentos a escasos metros del Palacio de Tribunales. Y ayer en la Ruta 9 hubo balas para un sector de la barra oficial, la de Martín.

Unos 11 micros repletos de gente que “supo” responderle a Di Zeo, se mandó sin entradas a Santa Fe, pero la policía los interceptó y los mandó de regreso por la Autopista Rosario-Santa Fe. A la altura de San Lorenzo, este grupo se cruzó con una parte de la otra facción y se produjo un tiroteo que dejó un saldo de cinco heridos, todos de la banda de Martín, quienes fueron trasladados al Hospital Escuela Eva Perón, de Granadero Baigorria. Dos habían sufrido heridas graves.

El abogado de Di Zeo, José Monteleone, desligó desde Buenos Aires a su cliente. “No tiene nada que ver con los incidentes”, anunció, y luego aclaró que Di Zeo “está desligado en forma absoluta” de la barra y luego apuntó a sus seguidores, barrabravas que “hasta hace un mes le respondían, pero ya no más, porque es un grupo que se cortó solo”.

Pero si estas palabras resultan poco creíbles ahora, a la luz de los acontecimientos, tanto más sorprende la finta que el presidente del club, Daniel Angelici, le hizo a la cuestión: “El Estado no nos garantiza la seguridad –disparó–. Esto se podía haber evitado”.