DEPORTES › EN LA PLATA, ESTUDIANTES E INDEPENDIENTE IGUALARON SIN GOLES
Cero grande para el regreso del fútbol
Ninguno de los dos supo cómo hacer entrar en calor a los hinchas, que aplaudieron a Bilardo y vivaron a Gallego ante la falta de emociones en la cancha.
Pese a ser muy baja, la temperatura de la noche platense no se acercó tanto al cero del partido que animaron (es un decir...) Estudiantes e Independiente en el viejo estadio de 1 y 57. Volvió el fútbol luego de la veda impuesta por el ballottage luego abortado, pero desde la cancha no siempre respondió al entusiasmo generado en las tribunas. Con este resultado, Estudiantes suma 16 puntos, 14 menos que los líderes Boca y Vélez, pero dos más que Independiente. Desde que Carlos Bilardo lo dirige, el equipo de La Plata sumó un triunfo y dos empates. Américo Gallego se fue aplaudido por los hinchas, que silbaron la casi segura contratación de Oscar Ruggeri como su reemplazo.
Hubo cero en los dos arcos porque los que quisieron jugar no entraron casi nunca en calor y los que quisieron marcar y correr fueron lo suficientemente activos como para sacudirse el frío. Estudiantes se preparó para maniatar el fútbol de Independiente, que nombre por nombre prometía mejor manejo y vuelo superior, y los visitantes volvieron a enhebrar una tibia actuación, muy similar a cualquiera de las que protagonizaron en el arranque del certamen.
Hubo cero en el arco de Independiente, porque la titánica batalla que se libró en el área de Albil, entre el incansable Farías y el milimétrico Milito, se esfumó cuando el defensor ganaba en las tarjetas y decidió aplicar una patada de nocaut, en el complemento. Hasta ese momento, cada pelota de las que Pompei le servía al delantero de Trenque Lauquen había sido invariablemente neutralizada por el tiempismo del zaguero de la Selección. Incluso, Milito supo tapar un formidable remate de Pompei en el segundo tiempo que tenía destino de red. Después del incidente, Farías desapareció del partido y terminó reemplazado. Y el equipo de Bilardo no tuvo otras variantes.
Hubo cero en el arco de Estudiantes porque la visita adoleció de pegada. Aquejado de una dolencia, Silvera duró apenas 45 minutos, y su reemplazo, el juvenil Rivas, tuvo una sola oportunidad, en el segundo tiempo, que Colotto salvó sobre la raya. Antes, la pelota jamás había llegado a posición de definición, ya porque Montenegro no anduvo en una buena noche, ya porque el cerrado esquema defensivo que aplicó el local, con tres defensores y dos laterales cerrándose, dio el resultado esperado.