Caído en desgracia, Lance Armstrong enfrenta la bancarrota comercial: la multinacional Nike le quitó el auspicio “debido a la aparentemente ilevantable evidencia de que se dopó y engañó a la compañía por más de una década”. Tampoco el gigante cervecero belga Anheuser-Busch prolongará su contrato con Armstrong, que culmina a fin de año. Las acusaciones al siete veces ganador del Tour de France fueron formuladas la semana pasada por la Agencia Antidoping de Estados Unidos (Usada).