DEPORTES › LOS DE CALI LO DIERON VUELTA EN PARTIDO ACCIDENTADO
América sabe de Libertadores
Con tres goles en el primer tiempo, el América lo definió. La reacción de River fue tardía y todo terminó en escándalo.
Las ilusiones de River de continuar en la Copa Libertadores se vieron frustradas esta noche, luego de perder escandalosamente con el América en un accidentado partido jugado en el Pascual Guerrero de Cali. De esta manera, el equipo colombiano remontó el 1-2 del Monumental y es el primer semifinalista de la Copa y espera el resultado de hoy entre Boca y Cobreloa. Julián Vásquez dos veces, Jairo Castillo –los tres en el primer tiempo– sacaron la diferencia inicial; descontó Ludueña en el segundo y ya en el descuento puso el cuarto gol Moreno. Fueron expulsados Virviescas en el primer tiempo, y, en el escandaloso final, los dos Husaín en River.
Lo curioso es que hasta antes de la apertura del marcador en el minuto 29, River parecía manejar el ritmo del partido. Es cierto que no se había aproximado a la valla de Robinson Zapata con mucho peligro pero también está claro que los riverplatenses parecían tranquilos, porque la pelota estaba más tiempo en pies de los suyos. Sin embargo, bastó que David Ferreira y Fabián Vargas comenzaran a prevalecer en la mitad de la cancha y que Vásquez y Castillo se juntaran, para que la defensa de River empezara a flaquear. El primero que exhibió dudas fue Buljubasich (se le escapó la pelota) pero el juez asistente lo salvó al sancionar posición adelantada a Castillo y privar al ex Vélez de marcar el primer gol. A los 29 América cantó el primero: Bustos hizo un lateral desde el costado derecho, Asprilla peinó en el primer palo y Vásquez la mandó adentro. Y los 35, un gran toque de Vargas dejó sólo a Vásquez que remató cruzado y falló otra vez Buljubasich.
El 0-2 ya era sinónimo de eliminación, aunque el golpe de gracia antes del término del primer tiempo lo dio Castillo, a los 42, luego de que el lateral zurdo Kilian Virviescas (luego expulsado, por un terrible patadón a Eduardo Coudet) armara un desborde de novela por su costado y Jairo tocara al gol.
River sabía que debía quemar las naves en la segunda parte. Por eso, ingresó Luis González por el inexpresivo Lequi. Entonces, ante la pasividad de un adversario que cedió pelota y terreno, River comenzó a acercarse. En varias oportunidades avisó Cavenaghi con remates que se fueron apenas desviados. El ingreso de Daniel Ludueña fue fundamental para encabezar la reacción: en la primera jugada gritó el descuento. 1-3 y esperanza. Pero después vinieron las peleas, las expulsiones y, de contra, el gol de Moreno y el adiós.