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Con toda la cuota de seducción encima, Ramón Díaz volvió ayer a entrenar a River después de más de diez años, admitió que hará pocos cambios para el debut del domingo ante San Martín, en San Juan, reconoció que será “complicado” contratar los “dos o tres” refuerzos y se quejó por la cantidad de lesionados con que se encontró en el plantel. “Muchos cambios no vamos a hacer, por ahí algunas cositas. Desde el primer entrenamiento sí vamos a cambiar la mentalidad”, vaticinó.

El riojano destacó que será “complicado” traer jugadores del exterior, “principalmente por su parte económica”, y dijo que si no vienen de afuera buscarán en el ámbito local. Si bien no dio nombres, el interés se centra en Andrés D’Alessandro, Jonathan Fabbro y Diego Buonanotte, entre otros. Por lo pronto, River pedirá a la AFA que abra de dos a tres las plazas de refuerzos ante la cantidad de lesionados que tiene el plantel.

Díaz llegó temprano ayer a la primera práctica, exactamente a las 7.50, en el predio de Ezeiza que, recordó, inauguró como entrenador en la gestión de Alfredo Dávicce, junto a sus colaboradores. Entre ellos se encontraba su hijo. Unos lo hicieron en un auto blanco y otros en una camioneta, ambos blancos e importados. Luego llegaron el presidente Daniel Passarella y el vice primero, Diego Turnes, y fue el máximo dirigente quien presentó a Ramón y su gente en una de las canchas, hablándoles durante más de 20 minutos.

Passarella siguió su charla con el técnico a un costado del campo de juego mientras uno de los nuevos preparadores físicos, José Luis Bustamante, dirigía los primeros movimientos a los que rápidamente les agregó contacto con la pelota. Junto a su colega Jorge Pidal estarán encargados de mantener en estado al plantel.

A eso hizo mención Ramón en la conferencia de prensa posterior, en la que lamentó con un claro tono quejoso la cantidad de lesionados que hay en el plantel. Tácitamente pareció un reproche para el preparador físico anterior, Alejandro Kohan. “Hay que recomponer al grupo, recuperar todos los lesionados que tenemos y esperemos que en el futuro no vuelva a pasar, porque es fundamental tener un grupo en las mejores condiciones y eso lo vamos a hacer”, enfatizó Díaz en la rueda de prensa.

El técnico, puntualmente, lamentó la lesión de Trezeguet, que padece desde el superclásico ante Boca, y dejó en claro que hará un seguimiento de su recuperación. “Me preocupa mucho la lesión que tiene. Para nosotros es importante, uno de los referentes de nivel mundial, y se va a hacer todos los estudios para saber cómo está”, sostuvo sobre el franco-argentino, con quien se solidarizó por las banderas en idioma francés que aparecieron en su contra.

El ex delantero reiteró estar en contra de la violencia y pidió que “no le pase a nadie más”. De la misma manera que se quejó de la cantidad de lesionados que recibió, elogió a Matías Almeyda, al que definió como una “gran persona”, le deseó “lo mejor” y hasta se puso en su lugar al verlo “dolorido como entrenador, porque a veces por los resultados te tenés que ir de un club al que querés”.

Entre otros puntos que dejó la conferencia, confirmó que el plantel irá a Tandil de pretemporada, pero cambiaría de hotel, debido a que a partir de una inspección reciente no habría dejado conformes a los emisarios, y anunció que mandará gente a preparar “los campos de juego”.