A falta de un nuevo título, Boca vivirá hoy en su cancha, en ocasión del partido ante Godoy Cruz que cerrará su participación en el torneo Inicial, una fiesta que involucra a tres de sus máximos referentes de los últimos años y a un plantel campeón de hace 50 años. Será el último partido de su capitán, Rolando Schiavi, y, por otra parte, se producirá el retorno a la Bombonera de Martín Palermo y Roberto Abbondanzieri, flamantes director técnico y asistente en el equipo mendocino. Asimismo, se agasajará a jugadores que se consagraron en 1962, en un final de campeonato muy recordado tras vencer en la penúltima fecha a River, el otro candidato.

Schiavi, nacido el 18 de enero de 1973 en Lincoln, jugará su partido oficial número 253 con la camiseta de Boca, es autor de 27 goles y ganador de nueve títulos en los ciclos 2001/5 y 2011/12.

Palermo jugó su último partido el 18 de junio ante Gimnasia y Esgrima La Plata como visitante, seis días antes había tenido su despedida como local ante Banfield y el 4 de febrero de este año tuvo en la Bombonera su encuentro de homenaje. El centrodelantero nacido en La Plata el 7 de noviembre de 1973 es el máximo goleador de la historia de Boca, con 236, y ganador de 13 títulos en dos etapas, 1997/2000 y 2004/11.

Abbondanzieri, el tercer arquero de Boca en cuanto a presencias (detrás de Hugo Gatti y Carlos Navarro Montoya), nacido en Bouquet, Santa Fe, el 19 de agosto de 1972, jugó 345 partidos en los ciclos 1997/2006 y 2009/10, con 14 títulos.

Del equipo de 1962, les serán entregadas medallas a Silvio Marzolini, Antonio Rattín, Carmelo Simeone, Alberto González y Osvaldo Nardiello, además de una plaqueta a Antonio Roma, de quien se recuerda en particular el penal que le detuvo a Delem en el definitorio clásico frente a River, el 9 de diciembre.

Marzolini jugó 408 partidos, con diez goles y seis títulos en 1960/72; Rattín, 382, con 28 goles y cuatro títulos en 1956/70; Simeone, 182 con dos goles y tres títulos en 1962/67; González, 204 con 13 goles y tres títulos en 1962/68; Nardiello, 107, con 44 goles y un título en 1958/62; y Roma, 332, con seis títulos en 1960/72. De los demás integrantes de aquel plantel campeón que conducía José D’Amico, varios fallecieron, algunos residen en el exterior y otros no pueden concurrir por problemas de salud.