Con seis fechas del torneo Final, Lanús se constituyó en el mejor equipo del certamen. Sus números sustentan esa afirmación. El conjunto conducido por Guillermo Barros Schelotto, único puntero del campeonato, despegado tres unidades del escolta Newell’s, con cinco triunfos y un empate, es el más goleador, con once tantos, y es también el menos goleado: apenas recibió un tanto en contra. Pero no sólo la calculadora lo ubica por encima de la consideración del resto. En los encuentros disputados demostró claras intenciones ofensivas –voluntad difícil de ver en el fútbol casero– y, más importante aún, logró encontrar una regularidad en su juego.

“Hasta aquí, el balance es muy positivo”, consideró, en diálogo con Página/12, Guido Pizarro, uno de los pilares del mediocampo. “Desde los números, se ha conseguido una buena cantidad de puntos que nos posicionan arriba en el campeonato y eso es bueno. Pero el objetivo es que cuando concluya el torneo, la tabla también nos encuentre de esa manera”, anheló el joven futbolista, presente en cinco de los seis encuentros que Lanús disputó en el certamen.

“Creo que por momentos se vio lo mejor del equipo. En varios pasajes de distintos partidos pudimos tener un muy buen juego y también supimos ser muy sólidos atrás”, continuó el mediocampista. “El parate (por la fecha de Eliminatorias Sudamericanas) se aprovechó para seguir trabajando y afinar algunas cosas”, agregó.

Desde el inicio del torneo, el cuerpo técnico intentó mantener siempre el mismo equipo, tan sólo presentó variantes obligadas por suspensiones o lesiones, clara señal de que también se logró afianzar un once ideal. “Guillermo le ha inculcado a este plantel la idea clara de jugar con la pelota al piso y de ser protagonista en cualquier cancha”, reflexionó Pizarro. “Lo bueno es que por ahora estamos llevando a cabo todo eso que propone”, remarcó.

Todo buen equipo necesita, también, de la suerte, y este Lanús, para alegría de sus seguidores, la ha tenido. Hasta aquí, el calendario puede haberle jugado en su favor en más de una oportunidad. En la segunda fecha enfrentó a Newell’s, en Rosario, y lo vapuleó 3-0; el fin de semana siguiente recibió a Vélez y logró un ajustado triunfo 1-0, y en la quinta fecha venció 2-1 a Arsenal, como local. Esos tres encuentros tuvieron un común denominador: sus rivales dispusieron alineaciones alternativas debido a sus respectivos compromisos por Copa Libertadores entre semana, circunstancia que pudo haberle facilitado las cosas.

“No se puede hacer un análisis real con tan sólo seis fechas disputadas”, advirtió, al respecto, Guillermo, que en la última semana renovó su contrato con la institución hasta junio de 2014. “Tenemos una posición muy buena y un gran arranque, pero todavía nos faltan 13 por jugar. Mientras tanto trataremos de seguir en esta ubicación, después veremos si estamos o no con la posibilidad de pelear el campeonato”, consideró.

Tal como lo exige su entrenador, el mediocampista surgido en las inferiores del club sólo quiere centrarse en los objetivos más cercanos, y en ese horizonte aparece Quilmes, a quien visitará el próximo lunes, en el encuentro que cerrará la octava fecha del certamen. “Sabemos que ellos se van a jugar la vida porque están peleando el descenso”, admitió el volante de 23 años. A su vez, anticipó que será un duelo “cerrado”, en el que el contrincante “intentará aprovechar los errores” de un Lanús que contará con la vuelta del venezolano Oswaldo Vizcarrondo y deberá aguardar por la recuperación de Diego González, con una molestia en el talón, y de Carlos Araujo, que arrastra un desgarro. “Esperemos estar a la altura y, lo más importante, poder desplegar nuestro juego”, esa es la premisa que propone Pizarro, y que pretende todo Lanús.

Entrevistó: Pablo Ribera.