A los 30 años, Carlos Berlocq es el nuevo héroe del tenis nacional, pese a que transita el circuito desde hace rato. “Cuando uno logra poner la cabeza en los valores de la vida, uno logra mejor rendimiento”, señaló ayer el tenista de Chascomús, artífice de la victoria del tenis argentino sobre Francia, por primera vez en la historia del deporte, que puso al equipo nacional nuevamente en las semifinales de la Copa Davis. “Mi mujer, María Noel, me dijo que solo me pusiera el traje, que era un día más de trabajo y saliera a la cancha a trabajar, sin pensar que era la Davis o la Copa Pirulo.” Berlocq se tomará dos semanas para descansar y disfrutar de la gesta copera y volverá a jugar en el ATP de Bucarest. “La gente no esperaba este momento, pero yo estuve trabajando muy fuerte, con todo mi equipo, porque sabía que podía llegar más lejos”. consideró.

Berlocq evolucionó muchísimo desde que se metió en 2010 entre los primeros cien del ranking mundial, y luego dejó la etapa de los Challengers, en un marcado ascenso que fue analizado por su entrenador, Francisco Yunis.

“Carlos evolucionó en la calidad de impacto sobre la pelota. Esto significa tener mejores apoyos y ser más contundente. Esa fue su gran mejoría, la que le permitió jugar de igual a igual con los mejores del circuito y ganarles, como sucedió con Simon”, explicó Yunis.

Berlocq tenía una cuenta pendiente, ganar un gran partido, por el rival y la instancia, y había estado cerca en el reciente Masters 1000 de Indian Wells, cuando perdió en octavos de final ante el escocés Andy Murray por un ajustado 7-6 (7-4), 6-4.

“Desde Roland Garros 2012 mejoró para poder jugar en un nivel alto en el circuito. En los Challengers a veces con mucha actitud y jugando correctamente se gana, pero en los ATP para enfrentar a los mejores debés tener tiros contundentes”, razonó Yunis.

El tenista de Chascomús conquistó en su carrera nada menos que 14 torneos Challengers, una cifra record para un tenista argentino, y cinco de ellos los ganó en 2011, cuando se coronó en Turín, Todi y Palermo, los tres en Italia, más Buenos Aires y Montevideo.

“Esos títulos lo hicieron sentirse mejor, saber que estaba bien encaminado y dar el salto con la consigna de que siempre se puede intentar algo más, que nunca es tarde para superarse”, explicó su entrenador.

“Administró bien la energía, sabía que tendría que pasar muchas pelotas y jugar puntos largos, y también fue inteligente para ir a buscar el partido, porque no se apuró, pero era consciente de que en algún momento tenía que atacar, ser ofensivo para poder ganarlo”, añadió Yunis, que fuera 67º de la ATP en 1987.

“Los triunfos y el aspecto mental van de la mano. Los resultados deben acompañar para que mejore la cabeza. Berlocq mejoró mucho su tenis y está siempre disponible para representar al país, con compromiso y una entrega total, dos aspectos que no negocia”, concluyó Yunis, el coach del jugador que desde el domingo adora todo un país tenístico.