Araujo intenta enganchar ante la llegada de Depetris. Rafaela es uno de los invictos del certamen.
Imagen: Télam.

A Lanús no le alcanzó esta vez con el olfato de Santiago Silva para llevarse los tres puntos, lo que le habría representado la vanguardia del torneo. Estaba bien rumbeado el uruguayo, porque destrabó el cero a cero que copó casi una hora de partido en Rafaela, pero el equipo local se las compuso para dar vuelta el resultado, sumar unos puntitos que le son más que útiles en su esfuerzo por mantenerse en la categoría, y el equipo de Guillermo Barros Schelotto confirmó el pronóstico formulado en la víspera del encuentro, sobre que habrá que esperar hasta la mitad del certamen para saber para qué está Lanús.

El desarrollo de la etapa inicial fue discreto, porque ninguno de los dos equipos logró imponer su juego. Pese a eso, Rafaela fue un poco más ambicioso, aunque careció de ideas claras para inquietar a Agustín Marchesín.

El conjunto que dirige Jorge Burruchaga, quien empleó un esquema de juego 4-4-2, intentó jugar con la pelota al ras del piso, tuvo un leve predominio, pero le faltó profundidad en ataque. Lanús, en cambio, mostró un dibujo táctico más ofensivo, un 4-3-3, en la previa, aunque en la cancha lució como un equipo partido. No hilvanó una sola jugada en ataque, ya que casi no tuvo la pelota.

En síntesis, ambos equipos, con planteos distintos, entregaron lo mismo: poco fútbol. En Rafaela, ni Rodrigo Depetris ni el delantero Federico González estuvieron atinados con la pelota en los pies. La misma percepción se trasladó al visitante, ya que ni el mediocampista Víctor Ayala ni los atacantes Silvio Romero y Lautaro Acosta jugaron tampoco un buen partido.

De esa manera, el partido contó con dos extraños, los 9 de cada equipo. Ni Diego Vera, en Rafaela, ni Santiago Silva, en Lanús, entraron en juego durante todo el primer período. Ya se desquitarían.

El inicio del complemento mostró la misma tónica del primero, pero en 120 segundos llegaron un par de emociones. Silva anotó su tercer tanto en el torneo (le había marcado dos a Belgrano en la fecha inicial), tras un lindo taco de Romero. Pero al instante, Vera empató luego de una brillante jugada colectiva.

La monotonía volvió a ganar el terreno de juego y sólo se quebró cuando Depetris, tras un rebote en Marchesín, pateó al arco vacío para marcar el gol del triunfo y ampliar las dudas sobre Lanús.