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Luego del empate en dos tantos ante Uruguay en la noche del miércoles, el entrenador Marcelo Bielsa fue el blanco elegido por parte del público, que lo hizo objeto de variados agravios. El conductor argentino mostró presencia de ánimo y aclaró que dispone de “la fortaleza suficiente para absorber los insultos de la gente”, aunque admitió que no es “indiferente al maltrato del público”. Dejó entrever, sin embargo, que los cuestionamientos no lo obsesionan porque son “normales” en un pueblo que “no es tolerante”. Bielsa utilizó la mayor parte de la conferencia brindada después del amistoso contra Uruguay para reflexionar en voz alta sobre su mala relación con los –o parte de los– hinchas argentinos, molestos tras la eliminación en la primera ronda en el último Mundial.
“Ser el destinatario de la reprobación cuando los malos momentos del equipo se suceden, también me parece normal”, admitió el entrenador. Entre los cantos que se pudieron escuchar –“Andate Bielsa, sos un cagón”, el clásico “Maradooo...” y otros– resultó significativa la alusión reiterada al regreso de Carlos Bilardo a la conducción del equipo nacional.
Bielsa, de cara a las eliminatorias para Alemania 2006 que comenzarán en septiembre, insinuó que utilizará a los futbolistas que actúan en el exterior porque “son los mejores”. Y lo justificó con un argumento simple: “Si los vienen a buscar y se los llevan es porque son los mejores. Normalmente, los que eligen no se equivocan”. En relación con la actuación de Argentina contra Uruguay, evaluó que la producción del primer tiempo fue “uno de los mejores momentos del equipo” bajo su conducción. “Algo muy bueno. Argentina convirtió por virtudes propias y debió tomar una diferencia de dos o tres goles”, dijo convencido.
Por su parte, Andrés D’Alessandro, uno de los más destacados en el equipo, se lamentó de la igualdad porque “en el primer tiempo se pudo liquidar el partido; debimos hacer un par de goles más. De haberlos convertido, hubiera sido otra la historia”. D’Alessandro reconoció que el equipo “se cayó un poco en el segundo tiempo” y agregó: “Ahí Uruguay niveló en el mediocampo y nosotros ya no pudimos desequilibrar”. Transferido al Wolfsburgo alemán, el Nene viajará el próximo domingo.
A su vez, César Delgado, otro de los hombres desequilibrantes en el equipo nacional, estaba muy conforme: “Mejor debut y despedida del fútbol argentino no podía tener. Hice un muy buen primer tiempo, pero eso no alcanzó para que el equipo ganara”. El ex jugador de Central se fue al Cruz Azul mexicano. La Selección jugará un encuentro amistoso más, en agosto, antes del debut en las Eliminatorias. D’Alessandro y Delgado ya no estarán acá; serán “de los de afuera”.