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El goleador chileno Marcelo Salas se convirtió ayer en el nuevo (y viejo) refuerzo de River con miras a los próximos objetivos: el Apertura y la Copa Sudamericana, según lo anunció el presidente de la institución de Núñez, José María Aguilar. Además, también se sumó anoche el ex volante de Independiente Daniel Montenegro. De esta manera, Salas y Montenegro se agregan a la lista integrada ya por el colombiano Kilian Virviescas (ex América de Cali), Fernando Crosa (libre de Newell’s) y Christian Tula (ex Ferro). Si bien Aguilar prefirió no revelar las cifras en las que se hizo la operación por el “Matador”, River le pagaría a Salas 550 mil dólares por el año de contrato. El delantero percibía en Juventus 3.800.000 euros por temporada.
Desde Santiago, Chile, el futbolista de 28 años confirmó su inmejorable estado de ánimo: “La verdad es que estoy muy contento. Busco tranquilidad, y estar cerca de mis hijas, que es lo más importante”. Y agregó: “En River pasé los momentos más lindos de mi carrera. Además, cada vez que he vuelto a la Argentina la hinchada de River me ha mostrado su cariño, como en la despedida de (Enzo) Francescoli”. El chileno ganó con River los torneos Apertura 1996 y 1997, el Clausura 1997 y la Supercopa 1997, año en el que fue elegido el mejor extranjero en la Argentina, y mejor futbolista de América.
Por su parte, Rolfi Montenegro se transformó anoche, a préstamo, en el quinto refuerzo de River tras el acuerdo que alcanzaron los dirigentes de la entidad con el empresario Daniel Grinbank, dueño del pase del jugador. La llegada de Montenegro se debe a que River vendió a Andrés D’Alessandro al Wolfsburgo de Alemania y que los jóvenes que pueden reemplazarlo: Ludueña, Andrés Aimar y Juan Pablo Raponi tienen muy pocos partidos en primera y los dirigentes no quieren que carguen “con esa mochila”.