Luchan mano a mano por los títulos más importantes del circuito, pero en la temporada 2014 Juan Martín Del Potro y Roger Federer tendrán mucho en común, porque los negocios del argentino pasarán a ser dirigidos por Tony Godsick, el manager del suizo. La agencia dpa confirmó durante el Masters de Londres que Del Potro pasa a estar bajo la órbita del manager de Federer, que fue consultado para que ofreciera su versión, pero evitó hablar del tema.

Así, Del Potro soluciona el vacío que se le había creado hace semanas al confirmarse que su manager de siempre, el italiano Ugo Colombini, pasaba a dirigir la carrera del británico Andy Murray. El movimiento implica en cierto modo una “alianza” entre Federer y Del Potro, porque el ex número uno del mundo es socio de Godsick en sus negocios.

Federer, de 32 años, es considerado por muchos como el mejor tenista de todos los tiempos. Del Potro, de 25, ganó el US Open en 2009 para situarse como uno de los cinco jugadores campeones en los últimos 35 torneos de Grand Slam, honor que comparte con Federer, el español Rafael Nadal, el serbio Novak Djokovic y Murray.

Marido de la ex tenista estadounidense Mary Joe Fernández, Godsick dejó en 2012 la multinacional IMG, la mayor agencia de representación del mundo, para crear su propia empresa y a través de ella potenciar los negocios de Federer, que también se desvinculó de la agencia.

El movimiento, que meses más tarde fue replicado por Nadal al crear su propia agencia junto a su padre y Carlos Costa (ex IMG), es comprensible: ya no hay comisiones que pagar ni nada que discutir, el control está ahora totalmente en manos de Godsick y Federer.

Que Del Potro ordene sus negocios tiene sentido, ya que aspira en 2014 a meterse de lleno en la lucha por el número uno del mundo. La imagen internacional del argentino es buena y Godsick, que habla español y tiene contactos inmejorables en la industria del deporte, podrá llevar a Del Potro a una nueva dimensión en sus negocios.

El triángulo Godsick-Federer-Del Potro tiene una base de sustentación evidente: Nike. Tanto el suizo como el argentino son estrellas de la compañía estadounidense, que también tiene a Nadal como figura. Si Del Potro lograra la tercera parte del éxito comercial de Federer, el acuerdo con Godsick habrá sido provechoso. La revista especializada Forbes destacó recientemente que Federer recaudó 71,5 millones de dólares en 2012 entre torneos, exhibiciones y contratos publicitarios, lo que lo sitúa segundo en el ranking de deportistas más exitosos con los negocios. El número uno es el golfista estadounidense Tiger Woods, otro hombre de la compañía.

El suizo derrotó al argentino 15 de las 20 veces que lo enfrentó, aunque perdió tanto en 2012 como en 2013 la final de Basilea, su ciudad natal, ante Del Potro. No hay huellas, sin embargo, de animosidad, todo lo contrario. La relación entre Federer y Del Potro es buena, más cercana y fluida incluso que la que existe entre el argentino y Nadal.

Mucho de ello se vio en las exhibiciones que hace un año ambos jugaron en Buenos Aires, aunque Federer ya desmintió más de una vez que Del Potro lo haya “hecho” hincha de Boca. No se puede decir que el argentino no lo haya intentado, al fin y al cabo le regaló la camiseta del equipo y lo llevó a jugar un fut-tenis junto a Gabriel Batistuta en la Bombonera. Pero ni el suizo ni el argentino pueden ya negar que tienen cosas importantes en común.