DEPORTES
Las cuentas de la FIFA son como las de la Argentina
La multinacional del fútbol no tiene un presupuesto terminado para el año del Mundial, es acusada de dibujar los números, y tiembla de solo pensar que la empresa a la que le vendió los derechos de televisación del Mundial puede quebrar antes del pitazo inicial.
¿La FIFA está como la Argentina? En dificultades económicas, sin un presupuesto cerrado para 2002, dependiendo del crédito externo y afrontando la posibilidad latente de que algunos de sus financistas quiebren, a 92 días del comienzo del Mundial, la multinacional del fútbol navega en la tormenta recesiva disparada a partir de los atentados del 11 de setiembre pasado, con la crisis a bordo. Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, debió garantizar públicamente, ayer en Tokio, que los 64 partidos de la Copa del Mundo se verán por televisión en caso de que el Kirch Gruppe, dueño de los derechos de TV de los próximos dos Mundiales, “se declare en quiebra antes del Mundial”.
“Hemos tomado las medidas necesarias para que se puedan transmitir los 64 encuentros”, afirmó Blatter en Tokio. Un Mundial sin TV sería fatal para el negocio. El Kirch Gruppe afronta la posibilidad de la bancarrota con deudas por 5.600 millones de dólares: sería la segunda quiebra de un socio de la FIFA en menos de un año, luego de la caída de ISL en 2001.
Las deudas del grupo alemán están originadas en parte por las grandes inversiones hechas en su canal de televisión digital Premiere World, que no ha logrado transformar en rentable. Kirch ya demoró un pago de 200 millones de dólares a la FIFA por los derechos, con la excusa de que la empresa aseguradora del Mundial, Axa, canceló la póliza un mes después de los atentados del 11 de setiembre en los Estados Unidos. Kirch justificó el bloqueo de ese dinero por el riesgo de que se suspenda algún partido por causas relacionadas con el terrorismo y las cadenas que han contratado los derechos de transmisión de los encuentros presenten, en ese caso, reclamos.
La FIFA suscribió posteriormente una póliza de seguros suplementaria con la compañía National Indemnity, pero los rumores que circulan en el mundo financiero suizo es que esa póliza no cubre riesgos como la guerra o el terrorismo. Si la entidad consigue esa póliza adicional, el grupo Kirch se quedará sin argumentos para seguir bloqueando los millones que adeuda. Por eso la FIFA está tratando de llegar a un acuerdo extrajudicial con Axa.
La multinacional del fútbol reconoció tener problemas de liquidez, aunque no los atribuye a la deuda de Kirch, sino a una “serie de gastos inesperados”. Ese es el motivo aducido también para el acuerdo de garantías que firmó con la filial de inversiones del grupo bancario Credit Suisse, por un total de 470 millones de dólares, ofreciendo como garantía los derechos de comercialización de los Mundiales 2002 y 2006.
Según el periódico suizo Die Weltwoche, la FIFA todavía no puso en claro su presupuesto para este 2002: internamente se habla de gastos por más de 800 millones de dólares, aunque el portavoz Andreas Herren, lo estimó en 600 millones.
El director financiero de la FIFA, Urs Linsi, declaró recientemente que la FIFA cerrará el período 1999-2002 con un superávit de casi 60 millones de dólares. Pero analistas económicos suizos estimaron que esa cifra es un truco contable que cuenta como ingreso real el préstamo del Credit Suisse. “Sin ese truco –publicó Die Weltwoche– la FIFA terminará el período cuatrienal en el 2002 con pérdidas de casi 300 millones de dólares, y ello contando los ingresos, todavía inseguros, de la venta de los derechos de TV y comercialización”.
¿Más paralelos con la Argentina? Gerhard Mayer-Vorfelder, presidente de la Federación Alemana de Fútbol, quien presentará su candidatura al puesto vacante en el Comité Ejecutivo de la FIFA, fue acusado ayer de evadir impuestos en la época en que era presidente del Stuttgart. Mayer-Vorfelder tendrá que competir, entre otros, con Michel Platini, el ex-astro del fútbol francés.