Martes, 1 de abril de 2014 | Hoy
DEPORTES › LA RIVALIDAD ENTRE RAFAEL NADAL Y NOVAK DJOKOVIC
Con Roger Federer un escalón abajo, con Andy Murray y Juan Martín Del Potro con problemas físicos, los dos primeros del ranking se repartieron los últimos diez Masters 1000 del circuito y monopolizan la atención de los amantes de la raqueta.
Por Daniel García Marco
Desde Miami
Van 40 enfrentamientos y continuará. La rivalidad entre el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic empieza a trascender los números para perfilarse como el gran duelo del tenis actual y futuro. Todo empezó en unos cuartos de final de Roland Garros de 2006, continuó el domingo con la final de Miami y está lejos de terminar.
Con Roger Federer un peldaño por debajo de la excelencia que lo convirtió en leyenda y con el británico Andy Murray y sobre todo Juan Martín Del Potro con problemas físicos, Nadal y Djokovic, uno y dos del ranking mundial, con 27 y 26 años respectivamente, se han repartido los últimos diez Masters 1000.
“Es la mayor rivalidad que he vivido en mi carrera”, admitió Djokovic tras ganarle a Nadal, el domingo, el duelo número 40, con un balance de 22-18 para el español. Los siguen en el ranking, cada vez más atrás, Ivan Lendl y John McEnroe, que se vieron las caras 36 veces.
“Esta rivalidad es fantástica para el deporte y para nosotros. Disfruto de cada partido”, dijo el serbio. El español, aún dolido por una derrota contundente, no fue tan diplomático. “Te gustan los retos, lo has dicho muchas veces. ¿Estás contento de que exista Novak?”, le preguntaron. “No –dijo Nadal entre risas–. Me gustan los retos, pero no soy estúpido.”
Misma pregunta luego para Djokovic, tan preciso en la devolución de saques como en la de respuestas. “¿Qué contestó él?”, se interesó. “Yo voy a responder de forma diferente. Creo que los desafíos que tuve en mi carrera me han cambiado de forma positiva como jugador. Por Rafa y Roger soy lo que soy.” Respuesta de manual.
Nadal sufre más ante el serbio que ante cualquier otro y así lo expresa. Con el del domingo en Miami, Djokovic lleva tres triunfos seguidos en tres finales. En el recuerdo, las siete consecutivas que le ganó al español en 2011.
“Aquellas derrotas probablemente me motivaron a encontrar soluciones, a jugar más agresivo, a tratar de ser mejor jugador”, afirmó Nadal antes de la final de Miami, cuando la derrota no lo había afectado y aún veía el lado positivo de tener un rival tan duro.
El español revirtió aquel momento de 2011 y el año pasado ganó en Roland Garros, Montreal y en la final del US Open. Ahora parece que la balanza vuelve a inclinarse del lado de Djokovic.
“Yo también lo conozco bien”, devolvió con orgullo el líder del ranking mundial cuando se le mencionó el ascenso del serbio. “En todas las superficies, pero especialmente en ésta (dura), conseguí ganarle cuando estuve al ciento por cien tenística, mental y emocionalmente”, analizó Nadal. “Cuando conseguí mantener un nivel muy alto durante los partidos, como conseguí el año pasado en Montreal y el US Open. Cuando no consigo rozar ese límite, esta superficie se adapta mejor a él que a mí, es una realidad”, agregó. “Sí, es un reto importante jugar contra él”, concedió a un rival que le exige siempre al máximo.
Pasadas pequeñas rencillas por celebraciones del serbio que en el entorno de Nadal consideraban demasiado efusivas o por las famosas imitaciones, también fuera de la cancha se devuelven los elogios.
“Viví ante él partidos muy emocionantes en los tres o cuatro últimos años, que se decidieron por pocos puntos. Han sido pocos los encuentros claros para uno u otro. Cuando lucha por un trofeo, sale desde el primer punto con una gran intensidad, quiere asegurarse de que manda un mensaje a su oponente al otro lado de la red”, explicó Djokovic lo que siente al otro lado.
El serbio enlazó Indian Wells y Miami y dentro de dos semanas defenderá el título en Montecarlo, en el inicio de la temporada europea de polvo de ladrillo. Allí, cuando los zoquetes se manchan de naranja, hay un único rey: Nadal.
Ese es el examen que ahora afronta Djokovic, al que le falta un Grand Slam: Roland Garros. Será difícil conseguirlo ante el español, campeón de ocho títulos en París. “Si juego bien, también tendré opciones en arcilla. Debo ser agresivo”, se animó el serbio tras su gran actuación en la final de Miami, en la que forzó la derecha del español para aprovechar los espacios al otro costado. “Estamos luchando por los grandes títulos y por el número uno”, recordó Djokovic, por si alguien se había olvidado.
“Para ser el mejor hay que ganarles a los mejores”, agregó, confiado y listo para los próximos duelos. Ya son 40 y lo más probable es que en breve llegue el 41. “Ojalá pueda haber más”, afirmó Djokovic.
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