Como consecuencia de una sobrecarga en el isquiotibial izquierdo, Juan Román Riquelme no viajará a Rosario para el encuentro de mañana ante Central. La molestia no es importante, pero el temor de que se agrave como consecuencia de la seguidilla de compromisos motiva que el capitán boquense se pierda el próximo partido. La idea es que con reposo y sesiones de kinesiología pueda llegar para el siguiente encuentro, ante Godoy Cruz, en la Bombonera.

Los 83 minutos a máximo desgaste que jugó Riquelme ante River le pasaron factura. Agotado y dolorido, el volante se mantuvo en el campo hasta que Carlos Bianchi lo sacó del terreno con el encuentro empatado, justo tres minutos antes del segundo tanto de River. Por eso, en la conferencia de prensa del domingo tras la derrota, el entrenador ya había puesto en duda la presencia de Riquelme, como consecuencia del desgaste y la continuidad de partidos.

En la práctica de ayer por la tarde, en el predio de Casa Amarilla, el capitán boquense participó sólo de la charla que brindó el técnico con todo el plantel, luego charló un rato a solas con el DT y luego se marchó hasta el consultorio médico, para iniciar los trabajos de kinesiología con el objetivo de llegar al partido del domingo ante los mendocinos. Hasta el partido ante River, Riquelme llevaba cinco partidos consecutivos como titular, tras haberse recuperado del desprendimiento muscular en el aductor derecho que había sufrido en noviembre del año pasado.

En principio, la lógica indica que el reemplazante natural de Riquelme sería el juvenil Luciano Acosta, que viene teniendo continuidad desde que comenzó el certamen y que podría desempeñarse como enlace en lugar del capitán. Sin embargo, también está en condiciones de reaparecer Federico Bravo, luego de su expulsión ante Quilmes. En ese caso, Bianchi podría optar por cambiar el sistema y armar un esquema 4-4-2, con Bravo y Fernando Gago por el centro y con Cristian Erbes y Juan Sánchez Miño por los costados. Otro que ya tiene el alta médica del desgarro que lo había marginado del equipo y que está en condiciones de reaparecer es Pablo Ledesma, pero su regreso no es tan probable, porque la idea de siempre de Bianchi es no apurar los retornos de los futbolistas tras sus lesiones.

En el entrenamiento de ayer, luego de la breve charla del técnico con el plantel, los futbolistas se dividieron en dos grupos. Mientras los que jugaron el domingo hicieron un trabajo regenerativo, los que no actuaron o lo hicieron pocos minutos participaron de un picado en espacio reducido.