Con dos goles de Guido Carrillo y un tanto en contra del arquero Silvio Dulcich, Estudiantes superó ayer 3-1 a Quilmes y se trepó a la punta del campeonato. “Lo importante era encadenar otra victoria, se dio un partido parejo en situaciones, pero las más claras fueron las nuestras”, comentó Mauricio Pellegrino, entrenador de Estudiantes, después de la segunda victoria consecutiva de su equipo. La derrota de Quilmes provocó la renuncia del técnico Ricardo Caruso Lombardi.

“Ellos llegaron bastante porque juegan directo, pero el equipo se supo adaptar, estuvimos certeros, que es lo que necesitábamos y nos llevamos el premio”, festejó el conductor de Estudiantes, y agregó: “Nos entraron un montón de veces, pero somos conscientes de que los goles son lo más importante del juego, y hoy lo tuvimos nosotros”.

Estudiantes se puso en ventaja con un tanto de Carrillo, que definió después de un centro cruzado de Franco Jara, ante la duda del arquero Dulcich. El gol provocó la reacción de Quilmes, que tomó los hilos del partido y llegó al empate por medio de Fernando Telechea, aunque dos minutos después un remate de Silva que dio en el travesaño rebotó inesperadamente en la espalda del arquero Dulcich para poner el partido 2-1. En el segundo tiempo, la gran tarea de Guillermo Rulli, que le contuvo un penal a Telechea, y el segundo gol de Carrillo, cuando Quilmes atacaba en busca del empate, le terminaron dando los tres puntos a Estudiantes.

“Ellos tuvieron más disparos por su forma de jugar y nos complicaron. Hubiese sido otra cosa si hacían el penal y tuvimos suerte con la atajada de Rulli”, reconoció Pellegrino, que no contará con Patricio Rodríguez ni con Carlos Auzqui para recibir el próximo miércoles a River.