El técnico de Independiente, Omar De Felippe, aclaró que no renunciará al cargo por su deseo de “ascender” al equipo a Primera División, luego de la dura advertencia a todo el arco dirigencial, especialmente al presidente Javier Cantero, realizada el lunes pasado después del empate con Almirante Brown. “No me voy a ir hasta que esto termine, voy a seguir con los jugadores hasta el final porque quiero ascender a Independiente”, tranquilizó ayer el entrenador en una conferencia de prensa tras la práctica en Villa Dominico.

Los rumores de una salida anticipada crecieron después de las declaraciones del lunes en las que instó a los dirigentes a “ponerse los pantalones”, para resolver los problemas institucionales que repercuten en lo deportivo. Ese día, hasta las horas previas, el partido con Almirante Brown estuvo en duda, por una huelga de empleados que amenazó con no abrir el estadio.

“Lo que dije fue para que todos, de una vez, pensemos en lo que le sirve a Independiente. En este momento, la camiseta es lo más importante. Con Javier (Cantero) siempre hablamos del club, pero yo sólo tengo que preocuparme y ocuparme de cómo juega el equipo”, asumió. “Estamos jugando partidos definitorios todo el tiempo y el torneo nos sigue dando muchas chances. Nosotros tenemos que mejorar, jugar y ganar. No podemos pensar en los rivales cuando somos nosotros quienes no obtenemos los resultados que buscamos”, aceptó.

En relación al equipo para visitar a Crucero del Norte el lunes que viene, De Felippe adelantó la muy probable salida del goleador Facundo Parra, por lesión. “Cuando se trata de una lesión muscular, hay que pensar todo muy bien, porque una recaída en este momento me dejaría sin el jugador por 25 días. Junto con el cuerpo médico tomaremos la mejor decisión, una vez que estemos ciento por ciento seguros”, cerró.